Un Lunes Santo de contrastes

Recorrido por los templos de las tres cofradías y visita al convento de Santa Clara

07 abr 2020 / 16:20 H.
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Es una Semana Santa distinta sin la salida a la calle de las imágenes de las cofradías de la capital. El Lunes Santo tienes su epicentro en Santa María Madre de la Iglesia, El Salvador y La Merced. Diario JAÉN, por medio de su web y de sus redes sociales, informó de forma cronológica —según el horario de salida de sus templos— de las tres hermandades con la voz de Francisco Jiménez, perfecto conocedor de la Semana Santa. En ese recorrido por el Lunes Santo, primero se trasladó al barrio de Las Fuentezuelas. En Santa María Madre de la Iglesia tiene su sede canóniga la Hermandad de Jesús de la Caridad ante Caifás, María Santísima de la Salud y San Eufrasio, que desfiló por vez primera el 10 de abril desde la calle Venta de Cañero, junto a las instalaciones deportiva de La Salobreja. Fue en 2018 cuando salió desde su actual templo. Jiménez, una vez más destacó la apuesta de Diario JAÉN, el Obispado y la Caja Rural, por dar a conocer esta “especial” Semana Santa. Silencio en las inmediaciones de la parroquia solo interrumpido por el revolotear de unos pájaros. El narrador quiso poner en antecedente a los espectadores con un repaso a la historia de una cofradía de reciente creación. Mientras da a conocer los detalles, los mensajes llegan y son de agradecimiento por acercar una Semana Santa distinta y en estado de alarma por la pandemia del covid 19. Desde Valdemoro (Madrid), desde otros puntos del territorio nacional y del extranjero, siguieron con atención sus reflexiones.

Mientras Jiménez hace una descripción de la imagen titular, Juan Muñoz Pastor, sigue en su domicilio la retransmisión. Para él es especial, porque pertenece a la cofradía y ha puesto su voz, la de un estudiante de 15 años, a un vídeo realizado por la junta de gobierno. No se pierde detalles de las explicaciones de la iconografía de la imagen y a continuación tiene la oportunidad de seguir los desfiles de 2018 y 2019, ofrecidos por Diario JAÉN. Con una sudadera de su cofradía y en su domicilio, Juan Muñoz se emociona. En esta primera de las cuatro conexiones de la jornada, Francisco Jiménez quiso tener un recuerdo para los costaleros, horquilleros (Buena Muerte) y promitentes (El Abuelo) que este año no saldrán.

Francisco Jiménez continuó su recorrido por el fallido Lunes Santo de 2020 en “la casa de La Amargura”. Nada más entrar quedó impresionado por el silencio que contrastaba con el bullicio que se habría vivido cualquier otro año por estas fechas en el templo. El comentarista valoró la “savia nueva” que introdujo la creación de la hermandad para la Pasión jiennense y su fuerte vinculación personal, de año, con el colectivo. Jiménez calificó de momento triste la imposibilidad de que salieran las imágenes. “Qué dolor tan grande para estos hermanos que por primera vez han visto interrumpida su procesión penitencial”, indicó, antes de agradecer al párroco Francisco Rosales, que abriera las puertas de la iglesia. Valoró la grandiosidad del Cristo y la Virgen. De Jesús de la Pasión, destacó su tono bronceado, su llegada desde Granada y el “barco enorme” que supone el paso en el que suele recorrer las calles en Semana Santa. En un símil con la talla, que ha sido privada de su vestidura, Jiménez aseguró que así, “despojados y desgarrados” se sienten los cofrades. Ante el “privilegio” de disfrutar del Señor, rezó un emotivo Padre Nuestro. En cuanto a Nuestra Señora de la Amargura, “la Virgen de los Toreros”, glosó su condición de patrona de la Policía Local, un cuerpo que merece un homenaje en unos días en los que se vuelca para que se respete el confinamiento. Recalcó los ojos y las manos “grandiosas”. Antes de interrumpir la retransmisión se mostró convencido de que en 2021 los cofrades sí podrán ponerse el capirote de cartón.

El periplo del Lunes Santo terminó en el templo de la Merced, sede canónica de la última procesión, y en el convento de Santa Clara, donde está la imagen del Cristo de las Misericordias. Ante el valioso y antiquísimo Señor que preside el monumento, el Cristo de la Salud, Jiménez se tomó la licencia de recodar que nunca mejor viene ese título de la talla, que solía sacarse en rogativa, que en momentos como los actuales. Luego se detuvo ante la Virgen de las Lágrimas, obra del cordobés Martínez Cerrillo, y valiosa obra de arte que concita la veneración de miles de fieles en la capital. En homenaje, el orador tuvo un recuerdo para los basureros y su meritoria labor en un momento tan complicado por la pandemia.

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