Tregua para los primeros días de Pasión

La Hermandad del Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de los Desamparados pudo realizar su estación de penitencia a pesar de la amenaza de lluvia y de la tormenta. Congregó a centenares de marteños, que desde la iglesia de las Reverendas Madres Trinitarias se repartieron por todo el recorrido para presenciar los desfiles procesionales de los dos pasos titulares. Hasta pocos minutos antes de las siete de la tarde, todos estuvieron pendientes del cielo, hasta que se tomó la decisión de salir a la hora en punto.

Primero salió el Paso de Misterio, con el conjunto escultórico del Cristo de la Humildad y la Paciencia, que representa el momento de la flagelación y humillación de Dios Nuestro Señor por parte de las tropas romanas. Portado a hombros por treinta costaleros, inició el descenso de la escalinata del templo para continuar por la calle Real y tomar las siempre complicadas esquinas de las calles San José y Dolores Torres para luego iniciar el descenso hasta la Plaza de la Fuente Nueva. La comitiva realizó la primera modificación en su recorrido, ya que con el establecimiento de la carrera oficial tuvieron que dar la vuelta completa a la plaza después de recibir la Venia por parte de las autoridades religiosas y cofrades que esperaban en la tribuna. La Banda Monte Calvario de Martos acompañó al paso de misterio en su recorrido.

Pocos minutos después, le tocó el turno al Paso de Palio con las imágenes de la Madre de los Desamparados y San Juan Evangelista. Los costaleros y la comitiva procesional del paso realizaron el mismo recorrido que la precedente acompañados por la banda de música Pedro Gámez Laserna, de Jódar. El paso de palio y el de misterio se encontraron de frente cuando el Cristo de la Humildad y la Paciencia abandonaba la plaza de la Fuente Nueva. Un momento emotivo que fue aplaudido por el público.