Las lluvias retrasan al Borriquillo

Palmas, hebreas y cohetes anuncian el comienzo de la Semana Santa 2018

26 mar 2018 / 09:28 H.

La Real Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y María Santísima del Amor fue la hermandad encargada de abrir la Semana Santa en la ciudad de Los Cerros, fechas vividas con especial cariño y entusiasmo por los ubetenses y por cientos de turistas que llegaron hasta Úbeda para disfrutar de esta fiesta, que aúna cultura y religión y que llega a duplicar la población durante estas jornadas de la Pasión. Tras muchos días pendientes del cielo y de las predicciones meteorológicas, finalmente la Real Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y María Santísima del Amor, conocida popularmente y cariñosamente como “el Borriquillo”, pudo realizar su procesión. Eso sí, con unos minutos de retraso, pues la lluvia hizo acto de presencia sobre las cinco y media de la tarde. No obstante, no supuso ningún impedimento para que las puertas del templo de la Trinidad se abriesen para dar paso a la Real Cofradía, que reflejó más aún el amarillo de su capa y tiñó de dorado las calles del casco antiguo de la ciudad.

Antes de las seis, las cientos de personas congregadas a las puertas de la basílica para ver salir a la hermandad tuvieron que abrir sus paraguas ante la persistente lluvia, mientras que los menos previsores corrieron a refugiarse en los portalillos de la Corredera de San Fernando. Pese a que aún caían gotas, los componentes de la Filarmónica de la Virgen de Gracia se colocaron en la lonja de la Trinidad para, minutos después, abrirse las puertas del templo por donde comenzó a desfilar el guión del Borriquillo, cuyos titulares son obra de los imagineros Francisco y José María Palma Burgos. A la salida del Señor a lomos del borriquillo, y de la Virgen del Amor, la Banda de Tambores y Cornetas de María Santísima del Amor, tocó varias marchas, como la pieza “María”, compuesta para la congregación por el músico, compositor y hermano de la real cofradía, Cristóbal López Gándara. Asimismo la hermandad estuvo acompañada con la Sociedad Filarmónica de Nuestra Señora de Gracia, que con sus melodías y sus piezas puso música y ritmo, un año más, a esta procesión.

Además, en esta ocasión, la cofradía estrenó una saya para la Virgen del Amor y, también, el banderín de cabecera de la Banda del Amor, ambas obras realizadas en el taller de bordado en oro organizado por la hermandad, ya que se trata de una congregación muy activa y que desarrolla, a lo largo de los meses, distintas actividades dirigidas tanto a sus hermanos como a la ciudadanía en general, a través de su vocalía de Caridad. Las palmas son su seña de identidad y muchos los cofrades que las portan a lo largo del recorrido procesional. De ahí que la jornada comenzase muy temprano para ellos, puesto que, a las once de la mañana, en la iglesia de San Nicolás se desarrolló la tradicional bendición. Una vez consagradas, los hermanos, acompañados con la banda de cabecera de la Cofradía María Santísima del Amor, se trasladaron desde esta parroquia hasta la iglesia de la Santísima Trinidad, donde el reverendo Alfonso Garzón Vera ofició la sagrada eucaristía. Otro distintivo de la hermandad es la traca que ilumina, con su colorido, el cielo de la ciudad patrimonial y que, cada año, anuncia con sus cohetes que la Semana Santa de Úbeda comienza y reunió a las puertas del templo de la Santísima Trinidad a cientos de devotos y fieles que esperan con ilusión y emoción estos días.

Para garantizar la seguridad de la ciudadanía en general, voluntarios de Protección Civil se desplegaron por la zona.