La solemnidad de “La Columna” deleita a vecinos y visitantes
La cofradía cierra la noche del Jueves y anuncia la “Madrugá”
Al caer la noche sobre la ciudad de Linares, las miradas se dirigieron hacia la iglesia parroquial de Santa María la Mayor, de donde inició su recorrido penitencial la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Columna y Nuestra Señora de la Amargura. Una cofradía que, con suma elegancia y belleza, fue la encargada de cerrar una pletórica jornada de Jueves Santo y anunciar la llegada de esa “Madrugá” nazarena que tiene su comienzo en torno a la céntrica Plaza de San Francisco.
A partir de las nueve de la noche, las puertas del templo se abrieron, de par en par, para que empezase a desfilar el tercio de nazarenos del Señor atado a la columna. Un cortejo procesional que caminó, con fe y elegancia, por el casco urbano linarense y siempre acompañado por los numerosos vecinos y visitantes que lo contemplaron, de principio a fin.
Y es que había expectación por ver procesionar a “La Columna”, ya que, este año, presentó varias novedades y estrenos significativos. Uno de ellos estuvo en el paso de misterio, cuyo conjunto escultórico ya fue completado en su totalidad, gracias a la incorporación de la imagen de un soldado romano que ocupó la tercera posición sobre el trono, entre los dos sayones. La talla, elaborada por el joven escultor Miguel Cordero, fue donada por los hermanos de la cofradía y vocales de Cultos, Ángel Solana y Marcos Cruz, así como la vestimenta, compuesta por túnica, capa, armadura, casco y lanza.
La cuadrilla de costaleros del Señor llevó, con fe, a su venerado y sagrado titular, bajo el acompañamiento de las marchas procesionales de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Columna, formación propia de la cofradía linarense que, para este Jueves Santo, estrenó nueva uniformidad, la cual fue sufragada por el propio colectivo, gracias a su buen trabajo durante los meses previos a la Pasión de 2016. La hermandad dejó grandes momentos en su caminar por Linares, entre ellos, la salida, el paso por la Carrera Oficial de la calle Isaac Peral, el paso por el Casco Antiguo —especialmente, por la calle El Pilar y el convento de las Hermanas de la Cruz, quienes rezaron cantando a los dos pasos del cortejo— y la recogida en Santa María.
Otro de los aspectos que más expectación creó fue el hecho de ver procesionar, bajo su majestuoso palio, a Nuestra Señora de la Amargura, ya que la Dolorosa fue restaurada, recientemente, por su autor, el imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte. Llena de belleza y gran esplendor, la Virgen caminó serena sobre los costales de su fiel cuadrilla, que la llevó a la gloria. Además, recibió el acompañamiento de la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Amargura, recientemente reorganizada y que cuenta con nueva dirección, la del joven músico linarense Santiago Campos.
Así, la población linarense en general y los hermanos de la cofradía en particular disfrutaron a lo grande de un cortejo procesional sencillo pero muy digno, que salió a las calles para irradiar belleza, colorido, ilusión y devoción.