Horas de libertad y afecto con los cofrades de La Esperanza

La hermandad celebra una convivencia con internos del centro penitenciario

15 feb 2016 / 09:42 H.

La libertad es el lema de la Sacramental del Perdón. Libre de prejuicios como pocas, su procesión, cada Miércoles Santo, es ecléctica hasta el extremo; por la libertad, por liberarlos de la condena de la dependencia absoluta gestiona un centro de día en el que los mayores “campan a sus anchas” —la afluencia de usuarios así lo muestra— y, como escribió Cervantes, por la libertad se entrega para que otros, los que no la gozan, encuentren en la hermandad, al menos, una jornada distinta, al otro lado de las rejas cotidianas que los aprisionan. El colectivo de Cristo Rey, fiel a su carisma, celebró, un año más, una de sus actividades más enriquecedoras, en palabras de su hermano mayor, Rafael Mariscal.

Impulsada por la propia asociación religiosa y la Pastoral Penitenciaria, con la hermana Carmen Fernández al frente, una decena de internos “se metió en las filas” de El Perdón —después de un copioso desayuno— para conocer monumentos de la capital como San Ildefonso, la Catedral, el Camarín de Jesús y los Baños Árabes, con las detalladas explicaciones de la guía turística Mari Carmen Bermejo. Cultura, arte pero, sobre todo, fraternidad, comprensión y solidaridad, tres valores que los protagonistas del día agradieron. “Disfrutaron muchísimo de las visitas, sobre todo porque algunos de ellos, que no son de la ciudad, no conocían este patrimonio”, manifiesta Mariscal. Y “les supo a gloria”, añade el hermano mayor.

Saciados de afecto, a los presos —en diferentes grados carcelarios—les aguardaba todavía alguna sorpresa. Y es que la flamante casa de hermandad que la cofradía posee en el polígono de los Olivares se convirtió en el mejor “restaurante” para dar cuenta de una suculenta paella junto con los miembros del colectivo. Agradecidos, algunos internos pusieron sobre la mesa sus historias personales, que emocionaron hasta la lágrima a muchos cofrades. Según Rafael Mariscal, sus historias, en algunos casos, son “un ejemplo de lucha por reintegrarse en la sociedad”, un mensaje que el Grupo Joven también interiorizó. Una jornada inolvidable.

El Perdón trabaja, un año más, para lograr el objetivo de redimir a un preso, como ocurrió el Miércoles Santo de 2014. Aunque aún no hay nada decidido, la cofradía aguarda, con buenas expectativas, la resolución del Gobierno. Y no espera sola. Todo el Jaén cofrade sueña con que se repita.