“Estudiantes y Consolación” emociona a la ciudadanía
La Hermandad de las Siete Palabras “esquiva” la lluvia y procesiona bajo el acompañamiento de los vecinos
La Semana Santa de Linares se caracteriza, en lo que va de estos días, por la tregua que la meteorología le está concediendo a las diferentes hermandades y cofradías que han procesionado durante las primeras jornadas de la Pasión local. Al igual que ocurriera desde el Domingo de Ramos, el Miércoles Santo ha contado con inestabilidad en los cielos y lluvia en las horas previas a la salida de “Los Estudiantes”. Sin embargo, minutos antes de la salida, prevista para las seis de la tarde, las nubes dejaban de descargar agua para tranquilidad de la junta de gobierno y los hermanos de esta cofradía.
Con un ligero retraso, la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de las Siete Palabras, Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Nuestra Señora de la Consolación y Santa María Magdalena iniciaba su recorrido penitencial desde las dependencias parroquiales de San José. La cruz de guía establecía el comienzo del cortejo procesional, tras la que sonaron las primeras marchas de la Banda de Cabecera Salesiana Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Una formación mayoritariamente joven que continúa su crecimiento exponencial, en lo que se refiere al número de componentes y su calidad musical.
Así, la calle Santa María Rosa Molas, repleta de vecinos y visitantes, vivía los primeros bellos momentos de esta cofradía. Apenas unos metros después que el paso de misterio saliera, este se detuvo frente a la puerta del convento de las Hermanas de la Consolación, donde se produjo la tradicional lectura del manifiesto. Una cita representativa de esta cofradía estudiantil, que este año fue protagonizado por el colegio Padre Poveda y la docente que más años lleva trabajando en él, Ana María Mazas. La docente hizo referencia a la importancia de la educación para niños y jóvenes en todas las etapas de la vida.
Tras la lectura, una saeta sonó desde el balcón del convento y los aplausos inundaron cada rincón del primer tramo de la procesión. Un desfile que continuó camino de carrera oficial, donde eran miles de personas las que esperaban su llegada. Y, tras el Cristo crucificado del imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte, caminó con suma delicadeza el paso de palio de Nuestra Señora de la Consolación. Dolorosa bella que fue mecida por su cuadrilla de treinta costaleras.
Precisamente, la Virgen fue la receptora de los principales estrenos que la Hermandad de Los Estudiantes lució para este año. Entre ellos, destacaron una saya y un corazón de plata con siete puñales. Asimismo, la cofradía linarense también estrenó, según palabras de sus dirigentes, “ilusión”, pues es mucha las personas nuevas que están al frente de ella.