Caridad y Consolación y Lágrimas: las vírgenes niñas

La primera Dolorosa que procesionó la cofradía de los Estudiantes fue una imagen que se encuentra en la conocida como sala “de profundis” del Convento de las Descalzas, que fue propiedad de la condesa de Fuenrrubia. Con posterioridad, la cofradía se desplazó a Córdoba para tratar con Juan Martínez Cerrillo la adquisición de una Virgen para la cofradía, y eligió una imagen que había sido tallada en 1938 y ya había recibido culto en el municipio de Lora del Río, en Sevilla, y en otra cofradía cordobesa. La hermandad la adquirió por 3.000 pesetas. Desde entonces, la Virgen de Las Lágrimas ha procesionado desde el Convento de Santa Clara, desde la Catedral, desde la iglesia de Belén y San Roque y desde La Merced, que es donde tiene la salida en la actualidad. En el año 1949 procesionó con un curioso palio de flores, y de hecho fue durante años un referente su manto azul marino bordado con estrellas.

Se le conoce popularmente como la “Virgen de los Clavitos”, y es rondada por la tuna a su salida, en la Plaza de La Merced. El vestidor de la talla de la Dolorosa de Los Estudiantes es Javier García Molina, y siempre se ha relacionado a esta imagen con una cara de Virgen muy joven y niña.

Con respecto a la hermandad sacramental de Jesús Salvador en su Santa Cena y María Santísima de la Caridad y Consolación, existen precedentes de la advocación a la hermandad en una extinguida cofradía denominada “Esclavos del Santísimo y Cena del Señor” en el desaparecido Convento de la Trinidad. Ya fue en el año 1998 cuando José Paulano y Eugenio Martínez recogieron estas inquietudes cofrades y decidieron convertir estos proyectos en realidad. En sus inicios, se acoge a este grupo en la parroquia de San Eufrasio, y tan solo un año después encargaron la imagen de la Virgen de la Caridad y Consolación al imaginero cordobés Antonio Bernal Redondo. Fue bendecida ese mismo año en el templo parroquial, aunque la imagen también estuvo un tiempo en el locutorio de las Hermanas Dominicas de Jaén. Esta Virgen recoge también el título de “Consolación”, una advocación que se veneraba en la parroquia de La Magdalena.

A partir de ahí, el por entonces grupo parroquial de la Santa Cena comenzó una compleja andadura hasta su aprobación canónica como hermandad en el año 2004, cuando se produjo un solemne traslado de ambas imágenes a su nueva sede canónica, la parroquia de San Félix de Valois, el 24 de octubre de ese mismo año. Efectuó su primera salida procesional con un palio muy completo el Domingo de Ramos de 2006. El pasado año 2017 se trasladó a su nueva sede canónica, la iglesia de Juan Pablo II, en el Bulevar desde donde este año realizará el largo recorrido. La acogida del barrio ha sido estupenda, y esperan que sea igual en su próxima salida procesional.

El paso de palio de la Virgen de la Caridad y Consolación es uno de los más completos de la Semana Santa de Jaén en cuanto a orfebrería y bordados, que se ejecutaron en los talleres de Martín Suárez y Javier García, el mismo que es el vestidor de esta bella imagen. Una talla que posee un rostro muy juvenil, que recoge la alegría de la institución de la Eucaristía y la intuición de la Pasión que todavía está por venir.