Abrazo para Jesús en el Huerto y la Amargura
La imagen de la Virgen estrenó nuevo óleo del palio, saya y la toca del sobremanto por su 25 aniversario
Pasaban dos minutos de las ocho de la tarde cuando se abrieron las puertas de la iglesia de San Amador y Santa Ana para dar comienzo a la estación de penitencia de la Cofradía de Nazarenos de la Oración de Jesús en el Huerto y María Santísima de la Amargura, con una plazoleta desbordada por el calor de los fieles que se repartieron para acompañar a los cortejos a lo largo de todo su recorrido. Primero fue el turno de la imagen de la agonía de Jesús en el Huerto de Getsemaní reconfortado por el cáliz que le ofrece el ángel. Sus costaleros deben salvar la puerta del templo de rodillas y hasta la plazoleta de San Amador, en un gesto que, además de oración, es de sacrificio al servicio de su Cristo y su Cofradía.
La de Jesús en la Oración en el Huerto, así como la del ángel que le ofrece el cáliz, son tallas de la artista Josefina Cuesta, de medidos del siglo XX. Jesús ora sobre un trono de madera de pino de Flandes dorado en pan de oro, realizado en los talleres Tirao Carpio de Torredonjimeno. Lleva 4 faroles, con tulipas que estrena este año, y llamador en bronce con baño de oro. Además del calor de sus fieles, la imagen de Jesús en su Oración en el Huerto estuvo acompañada por la Agrupación Musical de El Carpio.
Veinte minutos después, hizo su salida el trono de María Santísima de la Amargura obra del imaginero gaditano Antonio Aparicio Mota y que este año conmemora el 25 aniversario de su llegada a Martos. Para conmemorarlo, la imagen de la Amargura estrena el óleo del palio, la saya y la toca del sobremanto. El trono bajo tiene crestería de plata y guirnaldas, dos esquineros traseros de alpaca con dos maniquetas con borlas de oro. Faldones en terciopelo burdeos, candelero de 91 cirios, 10 jarras de alpaca, 12 varales terminados en perilla sevillana. Junto al trono de palio, siempre el alzacables, para los obstáculos que pudieran representar daños al palio y que tanto abundan en la ruta de este cortejo. Acompañó musicalmente a la imagen María Santísima de la Amargura la Banda Municipal de Lopera. En la plazoleta de San Amador, la comitiva enfiló la subida por La Fuente hasta llegar a la Plaza de la Constitución. Ya en la bajada por la calle Real la comitiva hizo parada frente a la iglesia de las trinitarias para realizar una oración y reverencia ante el Santísimo expuesto en la capilla del convento. Siguieron por la calle San José y Dolores Torres hasta la plaza de la Fuente Nueva, que como novedad este año, y debido a la carrera oficial allí establecida, tendrán que dar la vuelta completa a la plaza. Al cierre de esta edición el cortejo procesional seguía su recorrido sin novedad. La Cofradía tiene previsto su regreso a su residencia canónica y sede en la iglesia de San Amador y Santa Ana a las tres de la madrugada.