Porcuna, una tierra de tesoros

El municipio abre una ventana al mundo para presentar su patrimonio histórico

25 ene 2019 / 11:26 H.

El Ayuntamiento de Porcuna (Jaén) trasladó ayer hasta la Feria Internacional de Turismo (Fitur) su “enorme potencial” en materia turística, basado en “un amplio y rico patrimonio” fruto de las diferentes culturas que a lo largo de los siglos pasaron por el territorio jiennense.

Así lo indicó el concejal de Turismo, Juan Francisco Pérez, que, junto con la concejal de Protocolo, Sandra Santiago, fue el encargado de presentar la iniciativa “Porcuna, tierra de tesoros”.

Se trata de una oferta que gira en torno a cuatro grandes líneas: patrimonio, tradiciones, gastronomía y naturaleza, según precisó el concejal, quien puso de relieve la “apuesta” que el Ayuntamiento hace en los últimos años, por ejemplo, con la apertura de la Oficina Municipal de Turismo y “un trabajo coordinado” en todo lo referido a este sector.

En el apartado de patrimonio, subrayó la relevancia histórica de Porcuna, donde se tiene constancia de una continuidad de poblamiento urbano de más de 6.000 años con “un amplio y rico repertorio” de vestigios que lo atestigua. De este modo, hizo referencia a la Ipolca íbera, donde se descubrió el conjunto escultórico de Cerrillo Blanco, considerado uno de los máximos exponentes de esta cultura, o la Obulco romana, en la que el anfiteatro recientemente descubierto se une a otras huellas como las casas en el sector San Benito o la Cisterna de la Calderona.

También se refirió, en época medieval, a la Torre Nueva o de Boabdil y la iglesia de San Benito, y continuó el recorrido histórico por las galerías subterráneas del antiguo Pósito Real de Carlos IV —hoy el edificio del Ayuntamiento— y las que fueran Carnicerías Reales, que albergan el archivo y la oficina de turismo.

Entre finales del siglo XIX y principios del XX se construyó la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que esconde unas de las pocas pinturas de temática religiosa de Julio Romero de Torres, mientras que entre 1931 y 1960 Antonio Aguilera “Gronzón” levantó la Casa de la Piedra.

“La reapertura de este espacio, tras la importante restauración realizada, supuso un empuje para el turismo”, comentó Pérez, no sin señalar que cada año aumenta el número de quienes visitan el municipio. En ella, además, pueden disfrutar de una rica gastronomía, que centra otro de los ejes de la campaña. No falta el aceite de oliva virgen extra y platos típicos como el potaje de vigilia, la olla frita, los violetes o la gallina en leche, un postre de origen andalusí con la almendra como principal ingrediente.

En tercer lugar, puso de relieve las costumbres y tradiciones que jalonan el calendario anual, con la romería de la Virgen de Alharilla, declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, como cita destacada. También señaló el carnaval, las fiestas de San Benito y de San Marcos y la Feria Real, junto a otras de más reciente creación como el festival Miaque.