“Estoy en mi mejor momento para vivir un gran día en Jaén”

CAYETANO RIVERA

16 oct 2019 / 12:20 H.

Es un torero que estará en el cartel de la corrida de toros del próximo sábado junto con Emilio de Justo y Pablo Aguado. Cierra la temporada 2019 en San Lucas y llega después de un gran año donde tuvo varias puertas grandes y vive un gran estado de forma de su carrera. A sus 42 años, quiere vivir una tarde emocionante y vibrar con el público local.

Vuelve a Jaén tras dos años de ausencia después de una gran temporada de éxitos.

—Siempre se dice que el final de temporada no termina hasta que pasa Jaén, y este año después de una temporada feliz, en la que he disfrutado muchísimo, y de tener la oportunidad de torear en la última feria del país, voy con mucha ilusión y con ganas de disfrutar de ese día, en una tierra con mucha tradición y que le tengo cariño por las veces que he ido a la provincia.

—¿Qué recuerdo guarda de la afición jiennense?

—Es muy taurina, es una feria a la que los toreros nos gusta ir, es una ciudad en la que estamos a gusto porque la gente va a pasarlo bien y se vive una tarde bonita con la afición que siempre nos muestra su cariño.

¿Cómo se siente?

—Me encuentro bien tanto física como mentalmente. Me he preparado a la perfección durante la temporada, aunque arrastro molestias en las lumbares, pero nada importante.

¿Es uno de los mejores momentos de su carrera?

—Posiblemente sea así, sobre todo porque otras temporadas fueron más intermitentes por los percances que tuve al principio de mi carrera, principalmente. Entonces este año ha sido una campaña que he podido contar con muchos triunfos y sin ninguna interrupción.

¿La feria de Pamplona marcó un punto de inflexión en esta temporada?

—Sí, Pamplona fue el detonante, a partir de ahí han venido las cosas rodadas. He tenido la suerte de que me han embestido toros en plazas importantes y cuajar grandes faenas. Eso te hace estar con ilusión y motivado y la verdad es que ha sido un verano muy feliz, que voy a recordar siempre.

Comparte cartel con Emilio de Justo y Pablo Aguado. ¿Qué opinión le merecen?

—Creo que es importante que los toreros jóvenes que vienen fuertes estén en estos carteles porque son el futuro y necesitan sitios importantes para ir rodando. Son nombres que llegan con ganas e ilusión, que lo están haciendo fenomenal y se están ganando su sitio. Es importante que vayamos dejando espacio a los jóvenes.

—Este año ya compartieron cartel en alguna ocasión.

—Es muy atractivo para el aficionado porque hay tres toreros que vienen motivados y ellos son novedosos pero están haciendo una temporada estupenda y me alegro mucho. Les animo a que sigan por el mismo camino.

Llega una ganadería con garantías como la de Núñez del Cuvillo. ¿Es un seguro para pasar una gran tarde de toros?

—Es una ganadería con la que he tenido la oportunidad de torear y triunfar con ellos en varias plazas. Es la que tiene más regularidad. Sobre el papel, nos puede dar más posibilidades y la verdad es que tengo mucha fe.

—En esta temporada cargada de éxitos, ¿ha habido alguna faena soñada?

—Uno siempre sueña con el triunfo, no con alguna faena sino con momentos y ha habido tardes importantes como la de Pamplona. Mi abuelo Ordóñez siempre dijo que nunca había tenido su faena soñada y que no lo haya conseguido él es una clara declaración de que nosotros no la vamos a conseguir nunca. Lo importante es seguir con ilusión y motivado para seguir creyendo en triunfar. Me encuentro en un momento espectacular, que podré expresar mi tauromaquia y crear esa conexión con el toro y el público.

—¿Siente más presión en Jaén por ser la última del año?

—Todas las corridas son un compromiso y una responsabilidad que no nos podemos relajar. Siempre cuando me pongo delante del toro siento presión.

—¿Qué recuerdos le trae Jaén?

—Es una tierra con tradición y uno de mis banderilleros, Joselito Rus, es de Jaén, por lo que le tenemos un cariño especial.

¿Que nota le pondría a la temporada?

—Me quedo con las sensaciones que tengo y con los triunfos que he vivido durante el año y eso hace que haya sido una temporada especial, soñada. La nota le corresponde al público que es el que decide y nos evalúa en cada plaza.

—¿Cómo vive las horas previas a una corrida?

—Se hacen un poco largas, incluso los días previos, dependiendo del compromiso. Con los años aprendes a gestionar ese miedo y a convivir con él, aunque no deja de ser una responsabilidad seria que tiene riesgo.

—¿Qué piensa cuando el toro le embiste de frente?

—Siempre piensas que va a pasar por el lado y que no te va a arrollar. También los días antes estudias a las ganaderías que van ese día y puedes ir conociendo las reacciones del toro e intuir sus movimientos. Intento analizarlo para hacer la mejor faena posible, aunque no todos los toros son iguales y cada uno plantea un problema diferente, por lo que tienes que ir adaptándote. Sin toro no hay torero, así que el hecho de que haya una ganadería de nivel nos da cierta tranquilidad para afrontar la tarde.

—Es una profesión peligrosa, ¿Cómo lo hace para levantarte en los peores momentos?

—Siempre hay que tener ilusión, ya que es el motor que me mueve a mí y se planta cara a muchas cosas. En los malos momentos hay que tener más aún porque es una profesión muy dura, que requiere sacrificio, que pasas mucho tiempo fuera de casa y todo ello se acusa a lo largo de la temporada. Pero la ilusión de poder vivir esos momentos mágicos es lo que te hace estar motivado y luchar en los más difíciles, ya que sueñas con repetirlos más veces.

—La afición a la tauromaquia te viene de sangre. ¿Le ha sido más difícil ser torero por ser quién es?

—Al final mis apellidos me ayudaron a abrirme puertas más que a otros toreros que no tenían esa dinastía taurina. Pero, por otro lado, también generas ciertas expectativas, exigencias que lo hacen más difícil y conlleva más presión. Además se le suma que entras a los carteles junto con las mejores figuras y eso me obligaba a ir a marchas forzadas para demostrar más cosas. Así, he tenido varios percances por las ganas de estar a la altura de los demás. Aun así, estoy orgulloso de mis apellidos e intento seguir haciéndola crecer aunque espero que conmigo acabe la dinastía por el sufrimiento que conlleva ver a familiares arriesgando su vida frente al toro.

—¿Con qué momento se queda de su carrera?

—Me quedo con lo bueno, siempre hay que acordarse de lo mejor. También hay que aprender de lo malo, pero me quedo con esas tardes que se creó una magia con el publico con la que se viven emociones inmensas que no se pueden explicar con palabras pero es lo que hace levantarnos cada día y estar con ganas.

—Un deseo para Jaén.

—Que la tarde transcurra sin ningún percance y, si es posible, triunfar y vivir una tarde con emoción con el público. Creo que va a ser una tarde bonita y que los jiennenses disfrutarán.