Estiman para finales de 2017 las obras de Bowling Maristas

Urbanismo revisa la documentación para levantar los reparos que afectan al sector

21 jun 2016 / 10:00 H.

Con la misma cautela que ha mantenido hasta ahora y sorprendido por la expectación mediática que había despertado su reunión con el alcalde, el gerente de Bowling Linares Automáticos Paris, Juan Manuel Hernández, expresó su esperanza en que las obras del centro comercial y de ocio que está proyectado junto a Maristas puedan comenzar “a finales de 2017 o en 2018”, para que, “si no terminado, esté en un alto grado de ejecución en esta legislatura”.

La aleación Bowling-Maristas se remonta al año 2007, cuando, recién llegada a la Alcaldía la socialista Carmen Peñalver, la empresa linarense presentó en la Gerencia de Urbanismo un proyecto por el que —subrayó ayer Hernández—: “Vamos a seguir apostando porque será muy bueno para la ciudad”. Con bolera, salas de cine, ocio y pequeños negocios, este centro pretende erigirse en un “polo de atracción comercial” que, desde el punto de vista urbanístico, podrá empezar a despegar ahora gracias a la esperada entrada en vigor del nuevo PGOU, el pasado marzo.

Precisamente, la reunión entre Hernández y Javier Márquez estuvo relacionada con el levantamiento de la suspensión que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio emitió sobre la unidad de ejecución en la que está prevista la edificación de este centro. Como precisó el alcalde, el reparo que les afecta está vinculado con los espacios dotacionales que, por norma, deben contemplarse a favor de la ciudad y, desde hace “dos o tres semanas”, los técnicos de la Gerencia revisan la documentación que la empresa ha presentado para el levantamiento de esa suspensión.

El munícipe explicó que el proyecto de Bowling Maristas “supondría suprimir el pabellón deportivo que tiene el colegio y hacerlo nuevo a la altura de Ruiz Jiménez”, puesto que el objetivo —añadió— es utilizar “la zona del graderío del campo de fútbol” para crear una zona destinada al ocio. Este es el motivo —apuntó Márquez— por el que el parque Diego Torres se diseñó para que haya fluidez en las zonas centrales para adentrarse a esa zona de uso terciario. “Ahora, se trata de levantar la suspensión de esa zona. Tienen que dotar [a la ciudad] de unos espacios verdes y es lo que están tramitando en la Gerencia”, señaló el alcalde, que indicó que, una vez que los técnicos hayan depurado esa documentación, el levantamiento de la suspensión deberá pasar por el pleno —“probablemente”— del mes de julio. Acto seguido, se remitirá a la Dirección General de Urbanismo para que esta dé su visto bueno. “Y a partir de ahí —arguyó el munícipe— podrán comenzar la tramitación propia para concretar el proyecto”. Márquez, que se mostró “contento” por la celeridad que se están dando algunos empresarios para levantar cuanto antes las suspensiones que afectan a los sectores en los que están interesados, esgrimió que este proyecto prueba la —en su opinión— “coherencia” del nuevo PGOU. “En Jaén existe una orfandad, primero de cines, importante, porque, actualmente, solo hay una galería, ya está anunciada la de Yelmo en el ‘Jaén Plaza’ y estos serían los únicos en el centro de la ciudad, así que da coherencia”.