¿Cómo se puede contar un hato de 1.300 ovejas en un instante?

22 dic 2020 / 17:26 H.
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El primer día, fuimos a la Loma del Cortijo de la Paja en los Campos de Hernán Pela a recoger el hato de unas 1.300 ovejas que se encontraban allí dispersas en diferentes lotes desde el mes de mayo en una extensión de 1 kilómetro cuadrado, que por cierto yo no conseguí ver a ninguna oveja.

Para trasladar a todos los animales hubo que reunirlos previamente en la era del cortijo en un solo hato. Esta operación fue llevada a cabo por Daniel de forma magistral, ayudado por los perros careas y su hijo que nos acompañaba.

<i>Vista aérea del agostadero, territorio donde se ubica el cortijo “Loma de la Paja”, lugar donde se encuentran las ovejas en la época estival.</i>
Vista aérea del agostadero, territorio donde se ubica el cortijo “Loma de la Paja”, lugar donde se encuentran las ovejas en la época estival.

Una vez reunidos todos los animales en la era, echándole una visión rápida al hato Daniel exclamó:” ¡Ya están todos y no falta ninguna oveja!, nos podemos ya ir despacio para la Matea”. Yo me quede extrañado de que hubiese podido contar todas las ovejas en un intervalo tan pequeño de tiempo y con tan solo mirar el hato. Guiado por mi curiosidad, le pedí que me explicara como lo había hecho, a lo que me contesto: “Muy fácil, están las cinco negras y los once cencerros, luego no falta nadie”. La respuesta me dejo perplejo, pues seguía sin entender nada.

Daniel con la paciencia de un maestro, me explico que había en el hato 5 animales de color negro, entre ovejas y cabras, además de 11 animales que llevaban puestos cencerros (todos sonaban diferentes y me acompañaron en toda la verea de una forma cansina y machacona). Daniel lo que hacía era contar las negras y los cencerros y así sabía que estaban todos los animales, pues si algunos se hubieran quedado rezagados por el monte, por lo general, se queda también en el hato un animal negro y un cencerro. Esto lo pude comprobar a lo largo de la verea en varias ocasiones.

La marcha del hato va encabezada por lo general, por los carneros y las ovejas parideras. Por los caminos llanos, como pueden ser los del Condado, se suele andar 20 a 25 kilómetros diarios, pero en campo abierto, la marcha no pasa de los 10-12 kilómetros, porque las ovejas además, del trazado del camino y la dificultad del mismo, van comiendo.

Miguel Mesa. Aprendiz de pastor.

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