Premio Jiennense del Año en Cultura: Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza

Nació en el año 1997 para que los lazos de ambas ciudades fuera todavía más fuerte

30 may 2022 / 20:28 H.
Ver comentarios

Todo por la música y en defensa de la misma. Fue a finales del siglo pasado, concretamente en el año 1997 cuando comenzó su andadura el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza (FeMAUB). Esta iniciativa nació con el propósito de añadir un encuentro musical a los atractivos artísticos y culturales de ambas ciudades, declaradas conjuntamente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003. Sin duda, el gran patrimonio y los bellos e impresionantes monumentos de ambas ciudades eran motivo más que suficiente para encontrar un festival que aúne sitios imponentes en los que disfrutar de la magia de la música en rincones esplendorosos.

En su informe, la Unesco destacó la unión cultural y la importante contribución de las ciudades de Úbeda y Baeza para la introducción en España de las ideas renacentistas procedentes de Italia, así como la exportación de sus postulados artísticos a América Latina. La historia del festival va unida al paisaje urbano de Úbeda y Baeza y a los múltiples espacios renacentistas que sirven de auditorio. Eso no quita que, además, el FeMAUB se haya proyectado al resto de la provincia con un motivo concreto: salir fuera de ambas ciudades patrimoniales y mostrar la importancia de ambos rincones, de su patrimonio y de la música que se puede disfrutar en el festival gracias a los grupos, orquestas y bandas que forman parte de la misma cada año.

Una vez instaurado en festival tocaba la parte más importante y necesaria: demostrar su buen hacer y conseguir formar parte de la historia y del día a día de ambas ciudades y lograr una programación atrayente año tras año para que el público siempre termine con ganas de más y esperando a nuevos conciertos y espectáculos con los que disfrutar al completo de una música que siempre recibe el aplauso de los presentes a estos grandes actos.

En este cuarto de siglo de vida por parte del festival, las dos ciudades patrimoniales han cambiado mucho y desde diferentes maneras pues que han crecido y se han desarrollado en muchos ámbitos, logrando que ambos rincones tengan identidad propia y un protagonismo absoluto dentro y fuera de la provincia. Con ellas, el propio festival también ha cambiado y se ha modernizado, primero por mantenerse a la expectativa de los tiempos y, segundo, para seguir atrayendo a tanto público. Para ello amplió su programación, su público, busco mejorar sus fortalezas y agrandar todo el esfuerzo de años anteriores para que su prestigio institucional, siga inalterable en un compromiso que viene desde el primer día: el de e hermanar ambas ciudades por medio de ¡los sonidos antiguos y de cámara y generar una oferta complementaria de calidad que haga aún más atractivo este destino conjunto y, por encima de todas las cosas, permitiendo que el público pueda ser parte integral del mismo y disfrutar con programas novedosos y entretenidos.

Al final, cada año, el proyecto llega a ser totalmente interactivo porque no solo se preocupan por la música en si que, evidentemente, es una parte más que protagonista de la programación, pero no es la única, puesto que el conocimiento de los monumentos, del patrimonio, de la historia de ambas ciudades es vital para entender la fortaleza de todo el festival y del motivo con el que cada edición se trabaja con una ilusión inmensa y que pretende que el listón mejore y crezca un poco más.

Así, durante todos estos años el festival ha ido creciendo y, sobre todo, mostrando diferentes caras en las que el objetivo ha sido siempre crecer y demostrar todas las habilidades de ambas ciudades y de la música que se ofrece en ellas. Una labor y trabajo que siempre han llevado a cabo sin esperar nada a cambio pero con la clara intención de demostrar que la organización del festival trabaja con la intención de hacer un buen trabajo y atraer la cultura a ambos rincones Patrimonio de la Humanidad.

“Este premio es para las muchas personas que en estos veinticinco años han entrelazado sus voluntades para hacer realidad este hermoso proyecto: los distintos responsables institucionales, los sucesivos equipos de dirección, los artistas participantes en los más de quinientos conciertos ofrecidos, las empresas locales, los medios de comunicación y ese público fiel que crece año a año. Todos configuran la ‘gran familia’ del festival y este premio es un tributo y un reconocimiento también para ellos”, explicó con tremenda ilusión Javier Marín López, director general y artístico del FeMAUB.

Ahora, en plena llegada del calor y verano cierran la programación de la próxima edición del festival con la misma e ilusión que tenían en el primer año puesto que este es otro de los secretos del éxito en un formato como este: trabajar de forma incansable, buscando nuevas formas de comunicación y siempre con la vista puesta en seguir sorprendiendo y ofreciendo cosas nuevas. Es, probablemente, lo que le ha servido al festival para ser uno de los más relevantes y para conseguir que el público siempre señale en rojo las fechas en las que hay actuaciones o actos relacionados con este festival lleno de patrimonio.

Jiennenses del año