Martín Cuenca presenta su película más jiennense

Martín Cuenca es uno de los mejores directores nacionales del momento y, aunque es nacido en Almería, tiene una especial relación con Jaén y, sobre todo, con Santiago-Pontones, donde vivió algunos de los veranos de su infancia. Esos recuerdos le hicieron tener una conexión especial en su memoria cuando comenzó a plantear su próxima película, La hija, que finalmente será rodada íntegramente en la provincia durante ocho semanas de trabajo divididas en tres bloques y que acabarán a mediados de abril.

El director, junto al presidente de la Diputación, Francisco Reyes, y el diputado de Cultura, Ángel Vera, presentó su nuevo proyecto y dio a conocer algunos detalles, como un amplio números de municipios de Jaén que se verán plasmados en el metraje. La Toba, la cañada del Zumeta, la cuna del Segura, Santiago-Pontones, Cazorla, La Iruela, Arroyo Frío, Sierra Mágina o Jaén capital son algunos de los lugares elegidos por Martín Cuenca para aparecer en la película.

“Hemos empezado a rodar ya. La historia transcurre en tres bloques. Vamos a filmar en otoño, invierno y primavera. Queremos contar el paso del tiempo a través de la geografía, que esta sea un personaje” explicó el almeriense sobre este largometraje cuya trama desveló: “Una chica se encuentra en un centro de menores y está embarazada. Una pareja mayor, que ha perdido un hijo, llegan a un pacto para intentar quedarse con el bebé. A partir de ahí, surgen problemas y entran en escena las cuestiones filosóficas”. Con ese argumento, que podría suceder en cualquier lugar, Martín Cuenca construye una historia donde Jaén pasa a ser protagonista.

El director aseguró que había “muchas razones por las que era importante rodar en Jaén”, muchas de ellas relacionadas con la forma que tiene de entender su proceso creativo: “Yo no llego, ruedo y me voy. Me gusta conectar y estar en territorio. No somos cazadores, sino agricultores que cosechamos, sembramos y, si hay suerte, recogemos algo bueno. El cine significa paciencia. Son años de trabajo”, por eso alabó las facilidades que está teniendo hasta el momento, acordándose del alcalde de Santiago-Pontones, Pascual González, o quienes están ahí para “abrir la puerta a las cinco de la mañana” cuando hace falta.

El cineasta no escondió que está teniendo “una conexión muy fuerte con esta película” y recalcó que es “un privilegio rodar en la provincia de Jaén”, donde encontró parajes que, según dijo, dejaron al equipo de la película “impresionados” por su belleza, uno de los motivos por los que la Diputación apuesta por este filme, para que sirva como escaparate de Jaén en la pantalla.