La broma de Brad Pitt, la caída de Al Pacino o el discurso de Joaquin Phoenix... Lo mejor de los Bafta

Hace dos noches se celebraron en Londres los Premios de Cine de la Academia Británica, mundialmente conocidos como los Bafta, el último escalón antes de llegar a los famosos Oscar. Siguiendo la línea de los Globos de Oro y los SAG Awards, celebrados las pasadas semanas, la película 1917 se hizo con la estatuilla a mejor filme, mientras que Sam Mendes, Renée Zellweger, Joaquin Phoenix, Laura Dern y Brad Pitt continuaron cosechando éxitos una noche más. Una celebración marcada por la asistencia de los Duques de Cambridge y la maravillosa alfombra roja, siempre a la altura de Hollywood.

Si no viste la gala seguramente te estarás preguntando qué sucedió tanto encima como detrás del escenario. Pues bien, empecemos con Al Pacino. El actor de 79 años, nominado a Mejor actor de reparto por su actuación en El irlandés, tuvo un pequeño percance en la alfombra roja y cayó estrepitosamente de cabeza delante de las cámaras. Al parecer, el primer escalón que le conduciría a la entrada del Royal Albert Hall le jugó una mala pasada y le hizo tropezar, aterrizando de rodillas y manos. Eso sí, al momento sus acompañantes y otros asistentes a los galardones corrieron a socorrerle y el actor se lo tomó con humor, levantando las manos como señal de que se encontraba en perfecto estado. ¡Eso se llama entrar por todo lo alto!

Y siguiendo con los momentos graciosos, Brad Pitt fue otro de los protagonistas de la noche, aunque el actor no se encontrase presente en Londres. Scarlett Johansson, encargada de presentar el premio a Mejor actor de reparto, anunció que Pitt no había podido asistir a recoger su premio, pero que en su lugar lo iba a hacer Margot Robbie. Así que, su compañera de reparto subió al escenario con un discurso en mano escrito por el ganador. Un discurso destinado a hacer reír a todos los asistentes: “Brad no ha podido estar aquí esta noche por obligaciones familiares, así que me ha pedido leer esta respuesta por él: “Eh, Reino Unido, he escuchado que acabáis de quedaros solteros. ¡Bienvenidos al club!”, así comenzó el discurso de Margot, unas palabras que hicieron reír a todos los asistentes. Pero, la mejor parte llegó después de todos los agradecimientos: “Voy a bautizar este BAFTA como Harry. Está deseando venirse a Estados Unidos conmigo. Son sus palabras, no las mías”, dijo Robbie, arrancando una carcajada general, incluida la de Guillermo y Kate, quienes se encontraban entre el público.

Para terminar, es digno de mencionar a Joaquin Phoenix. El actor, que se ha convertido en el ganador de la temporada de premios debido a su interpretación en Joker, ha dejado verdaderas perlas cada vez que se ha subido al escenario a recoger un premio, por lo que esta vez no podía ser diferente: “Los BAFTA siempre me han apoyado en mi carrera y estoy profundamente agradecido. Pero también debo decir que me siento en un aprieto porque muchos queridos actores que también se lo merecen no tienen el mismo privilegio. Creo que lanzamos un mensaje muy claro a la gente de color: que no sois bienvenidos aquí. Ese es el mensaje que estamos enviando a gente que ha contribuido tanto a nuestro medio y nuestra industria, haciendo cosas de las que nos beneficiamos”, comenzó diciendo en un discurso de dos minutos de duración que fue aplaudido con efusividad.

“Creo que nadie está pidiendo caridad ni un trato preferente, aunque eso es lo que nos damos a nosotros cada año. La gente solo quiere ser reconocida, apreciada y respetada por su trabajo. Esta no es una condena del todo justa, porque me avergüenza decir que soy parte del problema. No he hecho todo lo que está en mis manos para asegurarme de que todos los rodajes en los que trabajo sean inclusivos. Pero creo que se trata de algo más que tener equipos multiculturales. Creo que tenemos que hacer un trabajo más duro para entender el racismo sistematizado. Creo que es obligación de la gente que ha creado, perpetuado y se ha beneficiado de un sistema opresor ser los que lo desmantelan. Así que todo depende de nosotros. Gracias”, finalizó el actor. Unas palabras claras que quieren dar visibilidad a uno de los problemas más grandes de Hollywood, la falta de inclusión a profesionales del mundo del cine de otras razas y etnias. Ahora solo nos queda saber qué dirá en los Oscar, porque tenemos claro que va a ganar la estatuilla de oro.