Un desierto multicolor único

El término al completo se encuentra en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas

20 mar 2016 / 10:29 H.

Es tal el remanso de paz que se percibe nada más llegar a Hinojares que es necesario apagar la radio del coche para que el ruido no interfiera en la tranquilidad de sus calles y en el espectáculo de belleza que ofrece el paisaje. Es un mundo aparte dentro de una extensa tierra en la que hay espacio para todo. Es un laberinto urbano cuajado de geranios y macetas integrado por completo en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Es un desierto multicolor surcado de barrancos y colinas de vértigo. Se puede acceder por Tíscar o por Huesa. Carreteras estrechas y curvilíneas por las que merece la pena pasar para transitar eternamente perdidos en el tiempo. El municipio más pobre de la provincia en población, destaca por la riqueza de sus gentes. “Hinojares, echa pan y no pares”, reza el dicho. Hospitalidad a raudales derrocha una tierra en la que sobran los motivos para permanecer en ella. Familias inglesas encuentran entres sus limpias calles el sosiego añorado cuando el bullicio sobra en lo cotidiano. Bienvenidos son los viajeros que descubren el inconfundible aroma a hinojo que desprende hasta el más recóndito de sus rincones. Hinojares, un lugar en el que —con suerte— nacen dos niños al año, pueblo emigrante por obligación y tierra de excelentes agricultores, se abre camino en el sector turístico con la recuperación de casas cueva de auténtico lujo. Hay más plazas hoteleras que habitantes, una realidad que permite situar en el mapa de Andalucía un enclave privilegiado.

La abundancia de agua llena las huertas de frutos que condimentan la rica y tradicional comida hinojareña. Las gachas, las migas serranas, los maimones y la tradicional matanza invitan a saborear manjares elaborados por cocineros de excelencia suprema. Hombres y mujeres acogedores que no necesitan cines ni grandiosos centros comerciales para el entretenimiento. La conversación, los paseos por el núcleo de arriba o el de abajo y la organización de sanas actividades para amenizar las tardes dan vida a un municipio en el que impera la devoción por San Marcos Evangelista. El yeso y la cal embellecen el paisaje, las plantas aromáticas alimentan el bienestar de sus moradores y la bondad de su gente hace única a Hinojares.