Tres ciudades en tres continentes hermanadas por solo cuatro letras
Diario JAÉN viaja a Asia para desentrañar todas las claves del Jaén de Filipinas
La aventura comenzó en el 70 aniversario de Diario JAÉN. El objetivo marcado era el de acercar las tierras que comparten en el mundo el nombre de Jaén, el mismo que con orgullo luce cada día el periódico en su cabecera. El primer destino fue el Jaén del Perú. La provincia y la ciudad del nororiente peruano, en Cajamarca, fueron entonces la meta de una expedición del rotativo jiennense, cuya labor se plasmó en un completo trabajo periodístico en sus páginas. Una tarea que permitió desentrañar todas las claves de las, hasta entonces, desconocidas provincia y ciudad homónimas. La experiencia fue todo un éxito, pero suponía tan solo la mitad del trayecto. La celebración del 75 aniversario de Diario JAÉN, durante este 2016, es la excusa perfecta para concluir una empresa que va más allá del interés periodístico, por cuanto supone una iniciativa histórica e inédita, ya que nunca antes se había acometido una tarea similar. El Jaén de Filipinas es el nuevo destino. Durante todo este mes de mayo, las páginas del periódico jiennense acogerán un amplio serial en el que se abordará la realidad actual del Jaén asiático, cómo es, la vida de sus gentes, su organización política, su estructura económica y social, la religión, la educación, el urbanismo y la cultura, entre otros muchos aspectos. Un equipo, encabezado por el director de Diario JAÉN, Juan Espejo, ha permanecido durante diez días en el país asiático para dar forma a este apasionante proyecto, auspiciado por el periódico con el apoyo de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), Andalucía Turismo, Clece y CaixaBank. Todo ello con un único objetivo: acercar a los lectores la realidad del otro Jaén que conforma el trío de ciudades homónimas.
Ciudad en la provincia de Nueva Écija
Jaén es un municipio de segundo grado ubicado en al parte meridional de la provincia de Nueva Écija, en la región de Luzón Central, en la isla de Luzón, en Filipinas. Está a poco más de un centenar de kilómetros al norte de la capital de la república, Manila. La extensión alcanza las 11.800 hectáreas, de las que tan solo un 3,71%, 471,72 hectáreas, son consideradas urbanas, mientras que las 11.328,28, es decir, el 96,29% restante son rurales. Limita con los municipios de Santa Rosa, en el noreste; Zaragoza, en el noroeste; San Isidro, en el sur; San Leonardo, en el este, y San Antonio, en el oeste.
El municipio de Jaén está atravesado por el río Pampanga—también llamado Río Grande de Pampanga—, el segundo más importante de Luzón y el tercero más grande de todo el país. La historia del municipio está estrechamente vinculada a él. De hecho, con anterioridad a ser bautizado con el nombre homónimo de la ciudad española, su nombre era Ibayong Ilog, cuyo significado es “a través del río”.
Jaén está formado por 27 barangayes, lo que podría asimilarse a nuestros barrios. Acoge a una población de 66.976 personas, según el Censo elaborado en 2010, y el gentilicio es “jaenian”.
Escasos apuntes sobre la historia
Conseguir un libro sobre la historia de la Jaén filipina supuso un empeño imposible para los periodistas jiennenses por un solo motivo: no existe. Solo hay algunos apuntes escritos, pero muy escasos. Durante la etapa española, era un barrio de Gapan. Cuando San Isidro se convirtió en municipio, este pasó, con San Antonio, a ser uno de sus barrios y, posteriormente, lo fue de esta última población. Los nombres que ha tenido a lo largo de su historia han sido Ilog Ibayong, San Agustín y, finalmente, Jaén. El nacimiento del municipio como tal está fechado en el 18 de junio de 1865. Al superar los 5.000 habitantes, los habitantes tomaron la iniciativa liderados por Kabesang Prudencia Esquivel y Kapitan Antonio Embuscado. La petición fue presentada por el dominico Gregorio Martínez, al parecer nacido en el Jaén español, quien propuso que el municipio asumiera ese nombre en recuerdo de su tierra, lo que finalmente se hizo. Otras versiones también apuntan a que el gobernador de Filipinas José María Camba mostró su apoyo a la iniciativa por haber vivido en la provincia jiennense. Sea como fuere, lo cierto es que hay un Jaén en Filipinas desde hace 150 años. Aquella primitiva ciudad poco se parece a la actual.
Como ya hiciera en su viaje al Perú, en el año 2010, Diario JAÉN asume la labor de mediador entre los representantes de las instituciones del Jaén español y el filipino. Un total de diecisiete misivas que permiten establecer lazos de amistad entre ambas ciudades, separadas por 11.777 kilómetros.
El director de Diario JAÉN, Juan Espejo, entregó al alcalde del Jaén filipino, Santiago R. Austria, la carta rubricada por el regidor jiennense, Francisco Javier Márquez. En la misiva, el alcalde jiennense desgrana los encantos de la capital, tanto por su rica historia, como por su valioso patrimonio. Pone el acento en la Catedral de Jaén, “que ha sido ejemplo de construcción de otras catedrales e iglesias de Hispanoamérica”; el Castillo de Santa Catalina y los Baños Árabes. “Pero lo ideal es que sean ustedes mismos los que comprueben que lo que yo les he dicho es cierto y reciban mi invitación a esta ciudad hermana, que les recibirá con los brazos abiertos”, desea Márquez. “Gracias por abrirnos las puertas de su ciudad a través de esta carta y que este contacto sea el inicio de una gran relación entre ambas ciudades”, concluye el alcalde de Jaén.
Santiago R. Austria, regidor filipino, responde a Márquez con otra carta en la que ensalza la iniciativa de Diario JAÉN, lo que califica como “un gran honor”. Aprovecha la carta para relatar las atenciones prestadas por parte de su Ayuntamiento a los periodistas jiennenses, a quienes mostró con diversas visitas los aspectos más significativos de la ciudad filipina. “No podemos olvidar la experiencia compartida con ellos por unos días”, dice el regidor. “Su invitación para visitar su ciudad en España es de hecho un gran honor para nosotros. Si pudiéramos encontrar tiempo para visita la ciudad y la provincia de Jaén, lo haríamos”, apostilla. “¡Dios le bendiga y le dé fuerzas!”, concluye Austria.