“Ojalá crecieran amapolas en Mercurio”

“Ojalá crecieran amapolas en Mercurio, ojalá crecieran lejos, lo más lejos posible de los hombres y así poder salvar del holocausto a la belleza. Aquí ya no quedan ojos bonitos para hacer poesía”. Estos son algunos de los versos que la joven Begoña M. Rueda recitó a los asistentes en este tributo. Ella tiene 24 años, siempre ha escrito y nunca va a dejar de hacerlo, como dice. Lo que tenga que venir por el camino, que venga. Acaba de terminar el segundo curso de Filología Hispánica en la Universidad de Jaén y está a punto de publicar su primer poemario, Princesa Leia. Lo hará después de ganar el II Premio de Poesía Joven Antonio Colinas, de la editorial Isla de Siltolá. Precisamente, el poema que recitó, Campos de avena, está incluido en sus páginas.