“Nuestro Padre Jesús ve lo que hace Diario JAÉN”

21 mar 2016 / 10:40 H.

“Los obispos, cuando cumplimos los setenta y cinco años, le escribimos al Papa para pedirle nuestro relevo. A esa edad, Diario JAÉN remonta el vuelo para llegar mucho más lejos”. Con estas palabras comenzó su alocución el prelado burgalés, responsable de Iglesia en la provincia, y con ellas prologó su adhesión al “simpático acto” al que fue invitado, un hecho que agradeció a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, al presidente de la empresa editora, Eleuterio Muñoz, y al director del periódico, Juan Espejo. Tuvo, también, un mensaje de gratitud para las autoridades presentes en la cita.

Monseñor Del Hoyo destacó la labor del rotativo provincial, que aseguró que tanto El Abuelo como su Madre, la Santísima Virgen de los Dolores, conocen. “Lo que dedica y ha dedicado al Señor y la Dolorosa, ellos lo han visto, y sé que seguirán apoyando su trabajo”, subrayó.

El obispo recordó que 2016 es el Año de la Misericordia, proclamado por el Santo Padre Francisco, e invitó, la mañana del Viernes de Dolores, en el Camarín, a vivirla como dice el pontífice: “Buscar la misericordia en lo que sentimos, en quienes ayudan a los enfermos”, puso como ejemplo.

Justo al lado del paso procesional del Señor de los Descalzos, Ramón del Hoyo animó a mirar al Nazareno para contemplar en él a la “imagen de la misericordia” cuando, posteriormente, muere en la cruz. “Mirémoslo ahora, muere por todos”, dijo. Su intervención puso la nota espiritual, meditativa, a la celebración del tributo del periódico a la imagen más venerada por el pueblo jiennense.

“El Jueves Santo se queda en la eucaristía para siempre, misericordia con mayúsculas”, proclamó el prelado de la Diócesis. Su alocución no resultó extensa. Antes bien, monseñor Del Hoyo se cuidó de que no pareciera “una homilía”. Pero en ella cupieron a la perfección valiosos argumentos de su magisterio pastoral. “Esta misericordia, precisamente, debe penetrar en nosotros para llevarnos hacia la eternidad”. El santuario carmelitano de El Abuelo escuchó con atención el mensaje del obispo, que recordó, afectuosamente, una anécdota relacionada con la comitiva penitencial del Viernes Santo. “Al año de llegar a Jaén, salí en la procesión. En un momento determinado en el que todo se calló, después de los vivas y los aplausos al Señor por parte de quienes lo esperaban en las calles de la ciudad, escuché cómo un niño que aguardaba junto a su abuelo decía: ‘¡Viva mi abuelo!’. Hoy, aquí, delante de Jesús, pienso: ‘aquel niño, en la actualidad, seguirá diciendo ¡Viva mi abuelo!, porque es de todo Jaén’”.

No pasó de largo por los sentimientos que despierta la talla, rodeada de leyenda, entre las gentes. Así, se refirió a ella como una “devoción muy arraigada”, que puso en valor.

Por otra parte, monseñor Del Hoyo felicitó a la Antigua, Insigne y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores por su labor y la animó a continuar con su trabajo, que deseó que se extendiera, también, al futuro.

Sin duda, la presencia del prelado en el acto de tributo del periódico al Señor de los Descalzos engrandeció el encuentro en torno a la imagen. Y en la línea de toda su alocución, Ramón del Hoyo compartió con los asistentes su satisfacción y su alegría por el desarrollo de un acto tan entrañable en honor de Cristo.

Sus últimas palabras, cercanas y cálidas, fueron un deseo. El de que la Semana Santa, ya inminente, y la posterior Pascua, razón de ser de los cristianos, se vivan como la gran fiesta religiosa que son y que, en Jaén, mantiene una idiosincrasia peculiar que la convierte en una de las épocas más esperadas. Diario JAÉN fue, igualmente, objeto de los parabienes del obispo de la Diócesis, que no escatimó felicitaciones al periódico con motivo de su efeméride. Monseñor Del Hoyo, sobriamente, sencillamente, clausuró una convocatoria sincera en la que vibró, en todo momento, una verdad incontestable: el amor de los jiennenses a Jesús con la cruz a cuestas.