La @ se escribe con tinta y con pasión

“Cada periódico era un obra de arte que hacíamos en menos de 24 horas. Seguimos navegando y así seguiremos”

01 abr 2016 / 11:38 H.

Y seguimos navegando en un mar de papel donde nos convertimos en auténticos pulpos, mientras un tiburón en forma de @ nos quiere engullir, pero cada vez que intenta hincarnos el diente un disparo de tinta le nubla la vista y se aparta hacia un lado dejándonos otro día más sacar nuestros tentáculos y convertir ese pequeño mar por donde navegamos en un gran océano de información. Las nuevas tecnologías nos invaden y no nos deben desplazar, si no que deben ser compañeras de trabajo. Atrás quedaron las linotipias, los fotolitos, las mesas de montaje y los teletipos, formas más mecánicas de confeccionar un periódico, pero que le daban al trabajador la sensación diaria de “artisteo”. Cada periódico era una obra de arte, que había que hacer en menos de 24 horas, para miles de lectores que cada mañana iban al quiosco sin falta a por su JAÉN; lo leían, lo hojeaban y pasaba de mano en mano, y cuando caía la noche esa obra de arte se transformaba automáticamente en papel para envolver bocadillos o embalar vasos en las mudanzas.

No llevo 75 años en Diario JAÉN, pero si 25 y las cosas han cambiado muchísimo. Allá por 1991 el ordenador formaba parte de la Redacción, pero era lento, muy lento. Las informaciones no llegaban por correo electrónico, si no por correo ordinario, así que había que echar manos de una legión de teclistas que a la velocidad de la luz transcribían las noticias para pasarlas a los redactores y darle forma. El sonido de los teletipos era incesante, arrítmico e incluso molesto. Largas tiras de “confeti” a tamaño folio que inundaban el suelo de la Redacción cargadas de información. Mientras tanto, los redactores buscaban la noticia. Sus herramientas de trabajo no pasaban de libretas y bolígrafos, e incluso se podía ver alguna grabadora a pilas, aunque la mayoría de las veces fallaba y había que volver a la bendita libreta. Por la tarde-noche la Redacción era un hervidero. En esa época casi todo estaba permitido y el humo del Ducados formaba una nube tóxica que inundaba toda la sala.

De la Redacción a Talleres, donde todo se hacía de forma manual. La página se imprimía en papel con la información escrita, había que montarlas y allí estaban los compañeros de Talleres que a ojo de “cuenta hilos” unían las líneas para que se acoplaran perfectamente y así dar paso al pegado de fotografías y publicidad. Aquí nunca podía faltar el pegamento en barra, herramienta fundamental, junto a las tijeras que daban forma a un puzles de letras que bien colocadas formaban las noticias que cada día despertaban a una provincia considerada un poco perezosa a la hora de leer. Una vez acabada la página se realizaban los fotolitos que enrollados y bien colocados se llevaban vía moto o coche a la rotativa, que en aquellos tiempos se encontraba en el mismo Polígono de Los Olivares. Un proceso que terminaba a las 3 de la mañana y siempre quedaban ganas de deambular por la ciudad buscando un garito donde a ritmo de una cerveza o copa se conversaba con los compañeros hasta bien entrada la madrugada.

Esto ocurría hace 25 años, mientras celebrábamos el 50 aniversario y nos preguntábamos si llegaríamos al 75. Algunos seguimos aquí, otros ya se fueron y siempre quedarán en el recuerdo, en la nostalgia de otros tiempos donde éramos mucho más jóvenes, pero con las mismas ganas de seguir llevando el timón de la información en esta Provincia. Queremos y debemos seguir navegando en este mar de papel, por este mar de olivos, para este JAÉN nuestro y de todos, y nos ilusionamos pensando que como mínimo habrá 25 años más.