Cuna del olivar ecológico

El tiempo se detiene entre serranos que disfrutan a diario de un entorno que enamora

24 mar 2016 / 13:31 H.

La vista se dilata y el aire huele a Sierra. Es lo primero que notas cuando sales del coche y pones tus pies en Génave. Situado al noroeste de la Sierra de Segura, en un amplio valle del borde serrano suroriental y rodeado de empinadas laderas asimétricas que se cubren de olivares hasta más allá de los mil metros de altitud, Génave te recibe con ese encanto que tiene la letra pequeña de los mapas, cuando te sales de ruta. Como tantos otros caminos que lo circundan y en sintonía con los pueblos de esta comarca, comparte con ellos los distintos avatares que les han brindado el curso de la historia y el legado de su gente serrana trabajadora, agradecida y siempre respetuosa con el entorno que le sustenta.

Con la sorpresa aún reciente despertando mis sentidos, Génave encauzó mi rumbo al devenir silencioso de sus calles, una vez más la lentitud del tiempo me supera como un acto reflejo de su atmósfera limpia. Sobre una alfombra de paz parecía estar caminando, nada perturba mi recorrido, Génave es un pulso de vida para los corazones en este mundo de prisas, un bodegón de tejados que se abrazan desde hace siglos a la misma tierra, con la sombra pausada de sus dos torres recortando perfiles en el cielo del paisaje. Justo es decir que aunque llegué de nuevas, no iban ciegos mis pasos. Kilómetros atrás, cuando supe que Génave me esperaba y desde el asiento número tres del vehículo hice mi propio viaje por la red, para saber más de ese lugar que por primera vez se iba a cruzar en mi camino.

Génave, como todos los días, ejercía fielmente el más digno de sus cometidos, ganarse el pan que se come, con el sudor de su frente. Por eso mantiene inalterable su carácter dinámico y abierto al futuro, pese a la incertidumbre que marca el ritmo de estos tiempos. Fruto de sus quehaceres y ejemplo de su constante dedicación a la mejora de sus productos, es la elaboración y envasado de su aceite ecológico, Sierra de Génave. Jugo de extraordinaria calidad extraído exclusivamente de sus olivares ecológicos.

Pasaron despacio los minutos, y Génave me despide con la misma sencillez que salió a mi encuentro. Me bastó un solo paseo para darme cuenta que quien pasa por aquí, suma una cosa más para echar de menos.