Entre Sierra Morena y olivares
Los bañuscos pueden presumir de un impresionante patrimonio arquitectónico
Al pie de la impresionante silueta del castillo de Burgalimar, construido en un espolón rocoso que domina el río Guarromán, se encuentra Baños de la Encina. Para comprender la grandeza de este sitio hay que ascender a las alturas almenadas de esta fortaleza y contemplar la belleza del lugar, donde la vista se pierde por una parte hacia la inmensa llanura de olivar y, por otra, a Sierra Morena.
Baños de la Encina es un sitio con encanto en el que los bañuscos pueden presumir de su rico patrimonio arquitectónico, entre los que destaca el propio Castillo, la Iglesia de San Mateo, la Casa Consistorial, el Palacio de Priores, el Palacio de los Molina de la Cerda, o la Casa de los Herrera Cárdenas. El núcleo urbano fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1969. Sobresale, asimismo, la ermita de Jesús del Llano, del siglo XVIII.
Pasear por sus calles es un auténtico placer, al que se une su riqueza paisajística, su historia, la sencillez y la naturalidad de sus gentes. Se encuentra dentro del Parque Natural de la Sierra de Andújar, un espacio protegido de alto valor ecológico, que constituye uno de los ecosistemas de bosque y matorral mediterráneo mejor conservados. A cinco kilómetros se encuentra el embalse de El Rumblar, lugar de ocio y asueto muy concurrido durante todo el año, tanto por visitantes locales como foráneos. Éste lugar siempre me trae buenos recuerdos de cuando viajaba asiduamente con mi familia a pasar el día allí, o bien para darnos un baño en la conocida playa del “Tamujoso”. Entre sus fiestas, destacan la de mayo, en honor a los patronos Nuestra Señora de la Encina y Nuestro Padre Jesús del Llano o las Fiestas Medievales, entre otras.
Entre los colectivos bañuscos más activos, hay que citar la Asociación Cultural de Mujeres “La Llaná”, fundada por María Concepción Lara Nieto, en 1995. Con su presidenta Lucía Conejero al frente, está integrado por un centenar de socias. Es muy participativa y comprometida socialmente, sobre todo en defensa de la igualdad de la mujer y, a lo largo del año, realiza todo tipo de actividades y talleres, tanto que se ha convertido en un símbolo de las inquietudes de la mujer bañusca, representadas en María del Carmen Galdón, recientemente homenajeada por sus compañeras por su gran labor.