Y cuando se abre el frasco...
La Casa de la Juventud, esencia dinamizadora de un municipio con ganas de más




Si las mejores esencias se guardan en frascos pequeños, no hay más que coger el camino e introducirse en el corazón de la comarca de La Loma para descubrir que, aunque en extensión y en número de habitantes es pequeño, la esencia de Canena es muy grande. Y una de las esencias que hace que este municipio no se quede estancado y sea dinámico se encuentra en la Casa de la Juventud. Un lugar, bajo la tutela del Ayuntamiento, donde hay cabida para todos aquellos que quieran acercarse y compartir sus numerosas actividades. De la mano de Clara Herrera entretienen a un municipio que durante los meses de campaña de aceituna se queda prácticamente desierto. Cabalgatas de reyes, cruces de mayo, actividades deportivas y de ocio, pasacalles, viajes, cursos, gincanas... Siempre en movimiento y sin olvidar nunca lo más importante, el trato humano. Esencia en los voluntarios; personas que se han criado en la Casa de la Juventud y que por distintos motivos, principalmente por estudios, están fuera del municipio y que vuelven cada vez que tienen libre o se les pide, para echar una mano a esta labor altruista que hace que el municipio se vista un día sí, y al otro también, de vida. Canena es luz, Canena es verde, Canena es agua, y su esencia está impregnada en todos sus habitantes que por encima de todo aman a su pueblo. Nadie habla mal, ni reniega de las carencias que un municipio pequeño puede tener. Todos vuelven con la ilusión de reencontrarse con los suyos y volver a admirar su castillo-palacio del maestro Vandelvira; la Fuente Nueva, la iglesia parroquial, la ermita de Nuestra Señora de los Remedios. Esencia al pasear por la calle Melindre, Baja o Paseo de Andalucía y observar la armonía entre lo moderno y lo antiguo. Esencia al respirar en el balneario de San Andrés o el paraje de la Lambra y observar las aguas tranquilas del Giribaile. Esencia al reencontrarse en las fiestas de San Marcos y saborear sus roscos bendecidos en la “Sala” o disfrutar en las Fiestas de Agosto y tomarse la popular “Paloma”, mientras que en la cabeza de muchos no cesa la melodía de su “Estrella de los Mares”. Y entre “Tierras”, “Oro”, y “Castillo”, esencia es degustar su oro líquido en cualquiera de las cocinas del pueblo. Y cuando se abre el frasco, la esencia se propaga por todos los lugares donde hay un canenero.