Esencia de la Sierra de Segura

Enclavado en una verde y frondosa comarca, sus vecinos son la amabilidad en persona

29 mar 2016 / 09:00 H.

Es sin duda uno de los pueblos más pequeños de la provincia, a 156 kilómetros de la capital, afortunadamente cada vez más llevaderos por la reciente construcción de sendas autovías, la autonómica que ya nos acerca hasta Úbeda y la estatal que esperemos pronto nos pueda dejar en Villanueva del Arzobispo (y si se cumple con lo prometido algún día hasta Albacete) sin duda esta obra supondrá un revulsivo para esta zona, históricamente olvidada de los grandes planes de comunicación y modernización de las administraciones.

Los orígenes del pueblo se remontan hasta el segundo milenio a.C. Pero fue en la época musulmana cuando el municipio cobra cierta importancia. Parece seguro el origen árabe o bereber de esta población. Una leyenda afirma que un caballero árabe Ibn-Ata, fue el fundador de la villa. Su nombre puede derivar de las palabras árabes Ben Atha, que significan “hijo del agua”; quizá, en referencia a las numerosas fuentes que brotan en sus tierras. En el periodo que va de 1226 a 1242 el municipio pasó a manos cristianas y como curiosidad fue adscrito a la Encomienda mayor de Castilla en vez de a la Encomienda de Segura de la Sierra como todas las poblaciones de su alrededor, fue mas tarde en 1415 cuando fue ascendida a Villa y contaba con un pequeño hospital para pobres y transeúntes.

Pero Benatae sin duda son sus gentes, benefactores de toda esta extensa historia y reflejada en su forma de entender la vida y en sus tradiciones. No acabaré nunca de sorprenderme de la mentalidad tan abierta y moderna de mis paisanos, que rompe por completo con los estereotipos del carácter cerrado de los pequeños pueblos.

Las fiestas patronales en honor a San Ginés de la Jara son en agosto y es la excusa perfecta para que todos los hijos y nietos de Benatae regresemos y nos reconciliemos con nuestras raíces. Otra fecha señalada es el día de San Marcos, cuando se degustan los ricos hornazos de huevos pintados con lirios, que se toman con amigos o familiares en alguno de los parajes aledaños como puede la fuente Marcos o la fuente de San Miguel. Ahora cobran notoriedad las fiestas del Perdigón, en julio, organizadas por la “Peña” que lleva su nombre. Casi la mitad del término de Benatae está en monte, de ahí su ancestral afición a la práctica de la caza, A principios de los años 80 se constituyó la “Sociedad de Cazadores Peñalta”, que cuenta con unos 30 socios.