La picadura del escorpión

05 jul 2016 / 10:00 H.

El mito nace a partir de un reto cuyo protagonista es Kal Abarth. El pequeño Karl con tan solo once años decide recubrir la rueda de madera de su patinete con una correa de cuero para ganar velocidad y vencer a los chicos más grandes del barrio. Esta experiencia marcara el destino de Kal Abrart, incapaz de resistirse a la picadura de la velocidad y las carreras. El hombre que ganó al tren subido en una moto con sidecar, desafió y derrotó al Orient Express en la línea Viena- Ostende. Después de una carrera como piloto de motos y coches, fundó la compañía Abarth&C, junto con Guido Scagliarini en 1949. Además de las carreras, la empresa empezó a producir los kits de puesta a punto para la mejora del rendimiento y el incremento de potencia de vehículos estándar. En solo unos años Abarth&C llegó a los 375 empleados y alcanzó una producción de unos 300.000 escapes al año. Los coches Abarth deben de ser manejables, potentes y garantizar un alto rendimiento, pero sobre todo deben de ser pequeños y “malvados”, justo como el Escorpión. Abarth es sinónimo de deporte, puesta a punto de competición y alto rendimiento. Es una revolución entre los deportivos de altas prestaciones y pequeño tamaño. Uno de los exponentes de esta filosofía unida a Fiat, es el nuevo 595 Competizione con ese marcado carácter que imprimió Karl Abarth cuando ganó con su patín a los chicos de su barrio. Diseñado para aquellos que buscan emociones fuertes en tamaño reducido y un rendimiento máximo, este modelo pensado para generar grandes dosis de adrenalina cuenta con un nuevo diseño más agresivo, más deportivo y con nuevos interiores.