El Aove, por debajo de los dos euros casi ocho años después

La venta del aceite se sitúa en cifras que no se ven desde la crisis de 2012

30 jun 2020 / 17:21 H.
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La crisis del sector oleícola sigue en caída libre. La famosa estabilidad en la curva no llega al aceite de oliva y el precio de venta se sitúa ya por debajo de los dos euros, una cifra que no se ve desde 2012, cuando los agricultores pasaban por unos años complicados, donde acusaron dos crisis en apenas un lustro. Tampoco la situación actual tiene visos de acabarse en un corto periodo de tiempo, ya que los valores llevan cayendo dos años y aún no se ve una reactivación de los mismos pese a las acciones que se pusieron en marcha durante la última campaña como el mecanismo de almacenamiento privado. Por otro lado, las reiteradas protestas de los olivareros no están consiguiendo su objetivo, más de un año llevan en las calles y carreteras con diferentes movilizaciones, un tiempo en el que el precio ha continuado bajando. Así, el Gobierno español propuso diez medidas para revertir la crisis actual del sector que entrarán en vigor en los próximos meses. De esta manera, con la previsión de una buena cosecha en este año, los agricultores ven necesario la reactivación de los valores de venta para volver a tener un sector rentable en la provincia.

Con este panorama, según el sistema Poolred, del 22 al 28 de junio, el aceite de oliva virgen extra se vendió a 1,985 euros el kilo; el virgen, a 1,73, y el lampante, a 1,672. En cuanto a las operaciones se registraron 32, con la salida de 3132 toneladas. Unos valores muy por debajo del umbral de rentabilidad marcado por la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) en un estudio de 2012 que fijaba en 2,73 euros el coste medio para producir un kilo de aceite, muy lejos de la cifra actual de venta del óleo.

La práctica totalidad de los agricultores están inmersos en una grave crisis de rentabilidad. Ese desequilibrio de la cadena agroalimentaria está llevando al límite a miles de familias que se dedican a la producción de alimentos en toda España. A ello se suman los anuncios de recortes en las ayudas provenientes de la Unión Europea, que oficializó una disminución del 9% en la PAC.

Por otro lado, los olivareros no solo se tienen que enfrentar a la caída de los precios del aceite de oliva sino que también tienen que hacer cara a los aranceles de Estados Unidos impuestos por el presidente americano, Donald Trump, que entraron en vigor el pasado mes de octubre y que amenaza con incorporar al aceite a granel a estos, lo que supone un duro revés para la provincia jiennense, ya que estas ventas con las que más se producen al país americano desde Jaén.

Por este motivo, el sector olivarero unido quiere poner freno a esta tendencia a la baja de los valores del aceite de oliva y que las administraciones pongan en marcha, de una vez por todas, los mecanismos legales que se encuentran a su alcance para conseguir una estabilidad en los mercados. Entre ellos, la actualización de los precios de desencadenamiento del almacenamiento privado o la aplicación del supuesto de “graves perturbaciones del mercado”; el comienzo de la extensión de la norma a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva, en la que está todo el sector; una eficaz medida de autorregulación que suponga una revolución al hacer obligatoria la retirada del Aove en campañas excedentarias a favor de cosechas deficitarias; la lucha y prohibición de la venta a pérdidas y la adecuación de la Ley de la Cadena Alimentaria, principal perjuicio que sufre el sector, ya que según pronuncian las organizaciones agrarias en numerosas ocasiones, “se están enriqueciendo unos pocos a costa de los olivareros”.

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