Prisión permanente para el asesino de una mujer en Pilas

Es la primera vez que se impone la pena revisable en la provincia de Sevilla

25 abr 2019 / 09:08 H.

La Audiencia Provincial de Sevilla condena a la pena de prisión permanente revisable al hombre acusado de intentar violar y asesinar a una mujer en marzo del año 2017 en el municipio sevillano de Pilas, tratándose de la primera vez que se impone dicha pena de prisión permanente revisable en la provincia de Sevilla. Tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular el 9 de abril, la Audiencia condena al acusado a la pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato, tal y como solicitó en el juicio la Fiscalía de Sevilla, y a ocho años de cárcel y diez de libertad vigilada por un delito de agresión sexual en grado de tentativa, tal y como informa en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

En una sentencia dictada el 22 de abril, la Audiencia condena además al encausado a pagar una indemnización total de 254.880 euros al marido y los dos hijos de la fallecida, y le impone la pena de prohibición del derecho de residir en el lugar en que vivan o trabajen los familiares de la víctima, así como de acercarse a ellos a menos de 1.000 metros en cualquier lugar en que se encuentren y a comunicarse con ellos por cualquier medio, por tiempo superior en diez años al de la duración de la pena privativa de libertad. La Audiencia señala que, en su veredicto, el jurado declaró probado que los hechos tuvieron lugar sobre las 8:00 horas del 12 de marzo de 2017, cuando el acusado abordó a la fallecida “por sorpresa, con la intención de mantener relaciones sexuales contra su voluntad, empleando la fuerza y un arma blanca para doblegar la voluntad de la víctima”. Según los hechos probados, el condenado “no logró finalmente su propósito, aunque sí llegó a despojar u obligó a la víctima a despojarse” del sujetador y la camiseta que vestía, y “decidió matarla” tras constatar que “no podía lograr su propósito de mantener relaciones sexuales con ella, dada la fuerte oposición de la víctima, y para evitar que le denunciara por haber intentado agredirla sexualmente, logrando así que no se descubriera la comisión de tales hechos”. De este modo, el acusado mató a la mujer “sin que ella pudiera realmente defenderse, al atacarla por sorpresa con un arma blanca, hallándose la víctima desarmada y desprevenida”. Así, acabó con la vida de la víctima “tras golpearla repetidamente”.