Liberada una joven obligada a prostituirse

Tres detenidos acusados de trata de seres humanos

18 dic 2020 / 09:27 H.
Ver comentarios

Agentes de la Policía Nacional han liberado a una joven neozelandesa víctima de trata que había sido obligada a prostituirse en un club en Marbella. Tres personas de nacionalidad rumana han sido detenidas acusadas de los delitos de trata de seres humanos, relativos a la prostitución y la explotación sexual, entre otros. Así, se ha realizado una entrada y registro en la vivienda de los cabecillas de la trama, un hombre y su mujer, de 41 y 35 años, en un inmueble próximo al club. Los agentes han intervenido documentación relacionada con la actividad ilícita, material informático, teléfonos y un revólver de aire comprimido. La investigación, denominada Operación Maorí, tuvo su inicio el pasado 10 de noviembre, a partir de la información recibida en la cuenta de correo electrónico trata@policia.es, canal habilitado para facilitar la colaboración ciudadana siempre de manera anónima y confidencial, acerca de la situación de explotación sexual a la que estaría sometida una joven neozelandesa, de 26 años.

Las indagaciones vinieron a constatar que la víctima era obligada a ejercer la prostitución en un club, donde los proxenetas la tenían bajo control, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado. Según las diligencias practicadas, la víctima llegó al aeropuerto de Málaga procedente de Marsella (Francia), previa escala en Madrid, el pasado 31 de octubre, después de contactar con una agencia a través de la cual habría conseguido una oferta de trabajo como bailarina en un club de Marbella.

En el aeropuerto, la joven neozelandesa subió a un vehículo y desde allí fue trasladada por miembros de la trama a un piso en la localidad de Estepona, teniendo restringida, desde ese momento, su libertad de movimientos. En la vivienda, la víctima pernoctaba bajo la vigilancia constante de una tratante, que informaba, vía telefónica, a sus superiores de lo que allí acontecía.

Pese a a que inicialmente comenzó a trabajar en el club como bailarina —para lo que había sido contratada en su lugar de origen—, pronto comenzaron a explotarla sexualmente. Los supuestos cabecillas de la trama, un hombre y su pareja sentimental, la obligaron a prostituirse. Sólo horas después de la denuncia fue liberada.

Andalucía