La Junta subraya la “anomalía” de la cifra del paro

El secretario general de Empleo y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Agustín González, asoció el aumento del paro en Andalucía en 138.569 personas más a la “parálisis económica” por el estado de alarma y a que se contabilizaron a los afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), lo que es una “anomalía”, a la par que reconoce el “aguante” del colectivo de trabajadores autónomos, con 558 menos en marzo en comparación con el mes anterior. En un audio difundido a los medios de comunicación, González subrayó que se trata de un “dato excepcional no comparable con ningún dato de la serie histórica estadística”, lo que es a su juicio “un reflejo del estado de alarma y la parálisis económica por las necesarias medidas tomadas”. “Ni la peor subida en los meses de la crisis económica se aproxima”, ha asegurado incidiendo en que “triplica cualquier registro de un mes de fuerte subida”.

En este sentido, apuntó que la cifra presenta una “anomalía” al contabilizar a los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo como parados. “Muchos de los afectados todavía no han podido ser clasificados y forman parte ficticiamente de las listas de paro e incrementa ficticiamente las estadísticas”, defendió.

Todo ello se debe, continuó, a que Andalucía “ha aconsejado a los afectados que se inscriban como demandantes de empleo para agilizar el envío de datos al Gobierno central para que se pueda cobrar la prestación por desempleo cuanto antes”. “A medida que se vayan resolviendo dejarán de ser contabilizadas como parados pasando a ser demandantes de empleo no parados”, zanjó. Igualmente, destacó que el colectivo de los trabajadores autónomos es el que “mejor está aguantando” en Andalucía, con una caída “mínima” de 558 en comparación con el mes anterior, lo que demuestra que el colectivo “está resistiendo al paro económico”. Con todo, el secretario general de Empleo y Trabajo Autónomo de la Junta comentó que los datos son “fotografías del impacto de la actividad económica” por el estado de alarma, que afecta con mayor “virulencia” al trabajo eventual.