Juicio por el doble crimen

La Fiscalía pide para el presunto autor una condena de 50 años

07 sep 2017 / 10:51 H.

F.J.M., el único acusado por el doble crimen de Almonte (Huelva), en el que en abril de 2013 murieron una menor de ocho años y su padre, y que se juzga desde ayer, llegó a la Audiencia Provincial de Huelva pasadas las 10:00 horas, el cual fue arropado por sus familiares y recibido entre aplausos y gritos de ánimo.

El mismo se encuentra en prisión como presunto autor desde junio de 2014, mantenía una relación sentimental con la madre y expareja de los fallecidos cuando ocurrieron los hechos, y se enfrenta a 50 años de prisión en un juicio que arrancó ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva con la conformación del jurado popular, jornada en la que se abordarán las cuestiones previas de las partes personadas en la causa. Así, hoy, 7 de septiembre, a partir de las 10:00 horas, tendrá lugar la declaración del acusado y para los días posteriores están citados más de 40 testigos, entre ellos la madre y expareja de los fallecidos, familiares, además de guardias civiles y peritos. Por su parte, la Fiscalía solicita 50 años, la máxima pena, por dos delitos de asesinato —25 por cada uno—, para este hombre, así como el pago de una serie de indemnizaciones —200.000 euros para la expareja y madre de la niña y 100.000 para los padres del fallecido—, y el alejamiento y la prohibición de aproximarse y comunicarse con estas personas por cualquier medio a una distancia no inferior a 500 metros durante el periodo de diez años.

Por otra parte, cinco hombres y cuatro mujeres conformarán el jurado popular que deliberará sobre la culpabilidad de F.J.M.. En principio, durante la primera sesión del juicio, cuya duración está prevista hasta el 4 de octubre, se iban a abordar las cuestiones previas de las partes personadas en la causa, pero finalmente se realizarán hoy por la mañana antes de la declaración del acusado. Según remarca el fiscal en su escrito, antes de las 22:00 horas del 27 de abril de 2013, el acusado, “decidido a acabar” con la vida de este hombre, con cuya esposa mantenía una relación sentimental de forma paralela desde hace años, y “movido por los celos hacia éste, se acercó a la vivienda debidamente pertrechado y provisto de guantes y accedió a su interior”. Una vez allí, inició una discusión con la víctima, que acababa de salir de la ducha para ir a cenar con su hija, y durante la misma, valiéndose de un cuchillo que portaba, “comenzó a asestarle puñaladas por todo el cuerpo de forma indiscriminada, causándole 47 heridas”. Se considera que el acusado, una vez cometidos los hechos, abandonó la citada vivienda.