El tercer investigado por el robo de 56.000 kilos de aceite en Carcabuey es un empleado de almazara
Los dos detenidos en la operación de la Guardia Civil a finales de agosto están en situación de libertad con cargos

La operación desarrollada por la Guardia Civil ante el robo de 56.000 kilos de aceite de oliva virgen extra a finales de agosto en la almazara Marín Serrano El Lagar, en Carcabuey (Córdoba), cuenta ya con tres personas investigadas, que se unen a los dos detenidos, que se encuentran en situación de libertad con cargos. El tercer investigado es un empleado de la almazara en la que se ha hallado el aceite. Así lo han confirmado fuentes cercanas al caso, mientras que la Benemérita mantiene abierta la investigación, en la que los agentes han intervenido unos 50.000 kilos de aceite, pendientes de analizar, en una almazara próxima a la que se perpetró el robo, a unos tres kilómetros de la localidad de Priego de Córdoba, pero en el término municipal de Carcabuey. Este fue el resultado de la investigación que abrió el Instituto Armado para esclarecer el robo que se registró en la madrugada del 30 de agosto. Las primeras hipótesis apuntaron a que se habían utilizado camiones cisterna, dado que el aceite de oliva no estaba embotellado ni envasado.
En este sentido, el gerente de la almazara Marín Serrano El Lagar, Martín Parras, ya comentó a principios de septiembre que el robo no era “normal”, aunque remarcó que “el aceite está ahora mismo en el punto de la diana por los precios que hay, cuando lo normal es que está siempre precariamente en dos euros y no interesa venir a robarlo, y ahora los 56.000 kilos de este aceite --a 30 de agosto--, porque sigue subiendo el aceite, se podría estar hablando de 500.000 euros”. Tras precisar que “esto es algo muy preparado”, y que “no lo hace cualquier persona”, detalló que “cuando se hace una carga, un movimiento de aceite, hay mucha documentación detrás con el propietario, el comprador, el aceite de donde viene, la persona que va conduciendo el camión, las dos matrículas del camión y el lugar donde se va a descargar el camión”. Ante ello, advirtió de que “el que compre sabe que ese aceite va sin documentación y está cometiendo un fraude al comprar algo ilegal”, a la vez que relató que llegaron sobre las 7,00 horas del día 30 y se dieron cuenta que “los candados de la puerta principal no estaban y cuando accedimos, había cadenas también cortadas y en la última de las bodegas había como unas manchas de aceite en el suelo”, de manera que “al aforar la bodega vimos que se habían llevado 56.000 kilos de aceite”.