de Almonte reitera su inocencia
“Espero que se coja al verdadero asesino de Miguel Angel y María”

F.J.M., único acusado por el doble crimen de Almonte (Huelva), en el que murieron un padre y su hija de ocho años en abril de 2013, reiteró ayer su inocencia y aseguró que no es el autor de los hechos, así como pidió que se haga “justicia” y “se coja al verdadero asesino de Miguel Ángel y María”.
Durante la última sesión del juicio con jurado popular que se celebró en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, el acusado tomó la palabra al final de la misma y, visiblemente emocionado, incidió en su inocencia y en que no cometió los hechos. “No soy el autor de los hechos, solo quiero que se haga justicia por mi bien y que se coja al verdadero asesino de Miguel Ángel y María”, dijo. “Tan solo pido eso, justicia”, concluyó. La jornada del juicio se centró en la presentación de los informes finales de las partes y, mientras el Ministerio Fiscal sostuvo que hay “una tupida red” de pruebas contra F.J.M., —aspecto que comparten las dos acusaciones particulares—, la defensa remarcó que “no hay ni una sola prueba objetiva” contra él. En este sentido, el primero en presentar su informe final fue el fiscal, Pablo Mora, quien remarcó que la “presunción de inocencia queda desvirtuada ante el cúmulo de pruebas practicadas”, a la par que destacó como “prueba objetiva y determinante” la presencia de ADN del acusado del doble crímen en tres toallas de la casa donde ocurrieron los hechos. Ante esto, ensalzó “la solidez” del Instituto Nacional de Toxicología, cuyos peritos destacaron “la calidad y cantidad” del ADN, lo cual consideraban compatible con una transferencia directa del acusado a las prendas.
El fiscal sostuvo en su informe que el acusado, tras los hechos, “se lavó y secó” en las toallas y explicó que otro de los aspectos a tener en cuenta es que Marianela Olmedo, madre y expareja de las víctimas, dijo en su declaración que lavó esas toallas antes de abandonar la vivienda y que lo hizo con detergente, lejía y agua a 40 grados, descartando que mezclara las toallas con otras prendas o ropa suya. Así, Mora explicó que, como indicaron los peritos, el lavado y la lejía, más concretamente, degradan el ADN, lo que, a su parecer, corrobora que “la transferencia fue directa” y no secundaria. No obstante, la defensa del acusado, que ejercen los letrados Francisco Baena Bocanegra y José Ángel Rivera Zarandieta, sostienen que el ADN llegó por transferencia secundaria a las toallas mediante la lavadora al estar en contacto con prendas de Marianela Olmedo, con la que el acusado mantenía una relación sentimental en el momento de los hechos. Respecto al informe, a petición de la defensa, el fiscal ha calificó de “sorpresiva” esta hipótesis, la cual “si fuera tan sólida se hubiera hecho mención desde el principio” del caso de estos dos asesinatos.