Una comunidad educativa autóctona
Coto Ríos es también sede del Colegio Público Rural (CPR) Alto Guadalquivir. Con la de Arroyo Frío forma una comunidad educativa autóctona, en aprendizaje permanente, abierta a su comunidad y a la impresionante geografía que le rodea. Actúan, enseñan y aprenden al amparo del programa Inlud-ed y son Comunidad de Aprendizaje con prácticas educativas de éxito. Se puede comprobar recién iniciado el taller con el que se presenta el concurso Prensa Escuela. “Le encanta la escuela”, dice Juana, monitora. Él es Raúl. Va en silla de ruedas por su discapacidad y está en sexto de Primaria. Vive en la Piscifactoría del Aguasmulas y le llevan todos los días sus padres. Esta integrado en el aula. ¿Qué te gusta de la escuela? “Me gusta todo”, contesta al periodista.
¿Quién es el de la foto?, pregunta el director del periódico, Juan Espejo, mientras enseña la de Neill Armstrong pisando la luna. ¿Elon Musk?, duda Izam, cuya respuesta indica que aquí los horizontes son amplios y la actualidad está sobre los pupitres. Izam es de Arroyo Frío y se desplaza, con otros compañeros, en el autobús escolar. Enrique, que vive en Noguera de la Sierpe y también es usuario del transporte, prueba a teclear la vieja máquina de escribir Corona. Espejo acaba de explicar cómo se recicla la tinta del periódico y José Antonio levanta la mano: ¿De qué se hace la tinta? Es la primera vez que se hace la pregunta. “Las convencionales, con materias colorantes y las hay también de origen vegetal”, resume el director. Al centro también han llegado a las nueve de la mañana desde la aldea de La Loma, en el Borosa, Andrea, Paula y Guillermo. “Vivimos unas 5o o 60 personas”, explica Andrea. “Y no hay calles”, apostilla Guillermo. “Nos gusta venir al colegio, y como este año no llueve no saltan los ríos”, dice Paula. Si el río salta, el puente se anega y no hay escuela. “No hay problemas con la asistencia, sólo si surge alguno de estos problemas y nevar, no nieva mucho, desde hace años”, explica Juan José Ruiz, director del colegio.
¿Cómo se cierra el taller? La chiquillería y el profesorado juegan con el minidron eléctrico; Eva, que es la única del Barça, se entera de que el Real Jaén inauguró el Camp Nou y encajó seis goles; Inés simula fotos con una cámara de papel de periódico, y Joaquín hace de reportero de televisión y graba a sus compañeros con otra del mismo material.
Una pequeña babel de municipios que tiene una gran movilidad entre los docentes
n Peñas de San Pedro (Albacete), Peal de Becerro, Cazorla, valencia, Úbeda Torredelcampo; también Coto Ríos o La Iruela. Son algunos de los pueblos o ciudades de procedencia del profesorado del CPR Alto Guadalquivir en sus dos sedes. Hay mucha movilidad cada vez que termina el curso. Quizá la excepción es la del director, Juan José Ruiz, que es albaceteño y llegó hace diez años. “Para que te hagas una idea, el 85% de la plantilla es nueva este año”, ilustra el director. La circunstancia obliga al equipo directivo a extremar la organización y la coordinación de todo el proyecto educativo para engrasarlo de tal manera que no se resienta con los cambios. ¿Se consigue? “Nos va bien y estamos satisfechos”, valora Juan José Ruiz. ¿Cuáles sería esas prácticas educativas de éxito? Son las que tiene como base el diálogo; esto es, la interacción. Y así es como se desarrollan grupos interactivos, tertulias literarias, musicales y artísticas. O que tiene un blog en la página de la biblioteca y edita una revista que se va construyen, primero en digital, con las aportaciones de alumnos, profesores y familias sobre el centro y con un espacio para la creatividad literaria. Se llama “La mochila”. Y que participa, igualmente, en el proyecto de Eco-Escuela y se empapan sobre medio ambiente, energía, tratamiento de residuos o del agua.