Moros y Cristianos se alzan en lid por la Virgen de la Cabeza
El municipio campillero volvió a vestirse de historia, tradición y devoción en la celebración principal de sus fiestas patronales, dedicadas a la Santísima Virgen de la Cabeza, su protectora durante todo el año. A partir de las 20:00 horas, numerosos vecinos y visitantes se congregaron en la ermita homónima para presenciar la salida en procesión de la majestuosa imagen de la patrona, un acto cargado de emoción y simbolismo que volvió a reunir a la comunidad en torno a sus raíces.
La procesión, acompañada por la banda de la Asociación Musical de Campillo de Arenas y un público expectante, inició su recorrido desde la ermita para adentrarse por las principales calles del municipio. Desde el primer momento, las escuadras de moros y cristianos, ataviadas con coloristas y elaborados trajes, desplegaron una cuidada exhibición de avanzadillas, representaciones bélicas que simulaban batallas históricas entre ambos bandos. Estas escaramuzas sorprendieron a quienes asistían por primera vez, demostrando el vigor y la pasión con la que se vive esta tradición.
El momento álgido llegó durante una de las últimas avanzadas cuando, tras una emboscada estratégica, el bando moro consiguió arrebatar la imagen de la Virgen a las tropas cristianas. La sagrada figura fue llevada cautiva al castillo musulmán, una fortaleza simbólica que cada año se levanta en la Plaza de Andalucía, donde permanecerá hasta esta tarde, cuando continuará la lucha por su rescate. Este robo marcó el inicio de una jornada llena de emociones, que continuó con vivas, fuegos artificiales y el paso de los campanilleros durante la madrugada por las calles estrechas y abarrotadas del municipio.
Durante todo el fin de semana, Campillo de Arenas se transforma en un escenario vivo donde el tiempo parece retroceder. Este municipio enclavado en un fértil valle, entre la Sierra Sur y la Sierra Mágina, celebra con orgullo sus Fiestas Patronales de Moros y Cristianos, una mezcla de historia, devoción y espectáculo que une a la comunidad en torno a su protectora, la Virgen de la Cabeza.