Memoria de un tesoro en Noalejo
La Sábana Santa de Turín es una de las reliquias más veneradas y estudiadas del mundo, un lienzo que muestra la imagen frontal y dorsal de un hombre que ha sufrido la misma pasión y muerte que describen los Evangelios sobre Jesús de Nazaret. Tiene numerosas réplicas en todo el mundo y España registra, curiosamente, la mayor concentración. Guardadas como auténticas joyas, datan de los siglos XVI y XVII. En la provincia de Jaén hay dos, concretamente en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, dos síndones casi desconocidas, poco investigadas y que hay expertos que aseguran que una de ellas tiene el efecto de tridimensionalidad que sólo tiene la italiana.
Están fechadas en 1527 y, según las fuentes consultadas, llegaron a este municipio de Sierra Mágina gracias a Doña Mencía de Salcedo, la alta dama de la corte de la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, que a su muerte realizó interesantes donaciones. El Ayuntamiento quiere poner en valor los sudarios. El alcalde, Antonio Morales, está dispuesto a sufragar los gastos para el acondicionamiento de una sala y el albergue de este tesoro, porque es consciente de la necesidad de su protección. “Tanto los vecinos como los visitantes tienen derecho a disfrutar de lo que tenemos, porque es patrimonio nuestro, un atractivo turístico más que, sin embargo, se conoce muy poco”, subraya. Añade: “Mencía de Salcedo dejó un legado que se ha perdido, como un hueso de San Juan Bautista, un trozo de la Cruz de Cristo, leche de María Magdalena y una moneda de Judas Iscariote. La moneda sí está, lo otro sepa Dios lo que ha pasado”. Reconoce el máximo dirigente municipal que el sacerdote de la parroquia, Juan Jiménez Lomas, suele ser reacio a mostrar en público las sábanas, quizás por evitar el deterioro a su ya más que cuestionado estado de conservación.
Francisco Juan Martínez Rojas, delegado episcopal de Patrimonio Cultural, Archivos y Bibliotecas de la Diócesis de Jaén y deán de las catedrales de Jaén y Baeza, recuerda que las réplicas estuvieron expuestas, en 1999, en una muestra organizada en el Seminario e, incluso, un profesor de la Universidad de Granada consiguió trasladarlas hasta la Sacristía de la Catedral de la capital. Añade que hay un proyecto, en connivencia con la Junta de Andalucía, para instalar este patrimonio religioso en unos expositores especiales dentro de la iglesia de Noalejo, pero no salió adelante y se abandonó.
Eso sí, hay una novedad importante que revela Francisco Juan Martínez: “En marzo, con motivo del Jubileo, vamos a hacer la exposición ‘Artis Esplendoro”, con una reproducción del cadáver de Cristo a partir de la Semana Santa. Se trata de una muestra que ha estado ya en Italia y en Guadix, y que, de marzo a junio, la tendremos en la Catedral de Jaén”. El objetivo es que ese trabajo se complemente con unas piezas relativas a la Pasión, de tal forma que estará el Santo Rostro y las dos sábanas santas de Noalejo. El delegado episcopal de Patrimonio Cultura, Archivos y Bibliotecas de la Diócesis de Jaén refrenda que las síndones están realizadas cinco años antes del incendio en Chamberí, en el que la Sábana Santa de Turín quedó dañada al fundirse plata sobre ella. La fecha está escrita en la inscripción realizada en dorado que existe en los bordes y tiene las mismas medidas que la italiana, 1,26 por 4,29 metros. Lo más probable es que, tras la fundación de Noalejo, se creó un convento de Mínimos que la custodiaban.
Cristina Ramos Muñoz: “Es la única del mundo que hace el efecto de la de Turín”
Llegó en 2006 a Noalejo para realizar una investigación que, más tarde, dio sus frutos. Fue el periodista, escritor e investigador Luis Mariano Fernández Pimentel quien abrió las puestas de un estudio en el que se inmiscuyeron Miguel Ángel del Puerto y Celia Íñiguez para destapar un tesoro escondido. Era conocida la existencia de dos sábanas en forma de réplica de la Síndone de Turín, como la veintena que hay datadas en España, pero nadie sabía la trascendencia de una ellas y, quizás, todavía hoy no se valora lo suficiente.
Cristina Ramos Muñoz, fotógrafa con más de treinta años de experiencia, relata: “Les hice una observación, porque, al estar el lienzo colgado en un soporte de hierro, la barra que está detrás se transparenta en las fotos, por lo que creí conveniente poner algo que la disimulara, para lo cual preparé un cartón pluma del mismo tamaño. Fue así como observé que la sábana estaba puesta del revés, puesto que en todas las imágenes que he visto siempre, la lanzada del pecho de Jesucristo está en el lado derecho y, en cambio, en esta imagen la lanzada está en el costado izquierdo. Entre todos dimos la vuelta y el resultado es que la imagen tiene mucha más definición y decidimos que a partir de ahora el estudio se realizaría con el lienzo en esa posición”. Sacaron fotos con diferentes posiciones, copiaron la inscripción que bordea el lienzo, escrita en latín con letras doradas, e incluso la fecha: 1527.
Explica la investigadora: “Reparamos que el lienzo no presenta el dibujo que tienen otras réplicas a los lados del cuerpo, unas formas geométricas romboidales que en la Síndone de Turín son en realidad los remiendos que se le hicieron para tapar los agujeros producidos en el incendio de 1532. Algo ya está claro: esta sábana se hizo antes del fuego, por lo que no tiene las mencionadas marcas”. Señala que hicieron fotografías de la segunda réplica y que en las fotos ya existentes no se aprecia el mismo efecto que en la que consideraron objeto de estudio, aunque dieron por hecho que se hicieron a la vez. Cristina Ramos descubrió, en resumen, que una de las síndones de Noalejo tiene la tridimensionalidad que la conocida Sábana Santa de Turín. Al no poder trabajar directamente con la réplica original el tiempo necesario, debido a su delicadeza, la investigadora creó una simulación a escala del rostro de la imagen. “Es una pena que no se valore lo que hay en Jaén”, concluye.