El SAS deberá indemnizar con 100.000 euros a los hijos de la mujer que murió olvidada en Urgencias de Úbeda
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) tendrá que indemnizar con 100.000 euros a los cinco hijos de la mujer fallecida y olvidada durante doce horas en las Urgencias del Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda, en diciembre de 2017. Así se ha pronunciado el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Jaén. Aunque la causa fue archivada por la vía penal en 2019, los hijos de la fallecida de 64 años interpusieron reclamación patrimonial al SAS. La sentencia aún no es firme y puede ser recurrida en apelación por cuantía. La misma, consultada por Europa Press a través del Bufete Megías Almagro, establece que dada “su condición y deterioro general”, la paciente debió “ser clasificada con una mayor prioridad, nivel 2 en lugar del 4” al llegar a Urgencias. Añade que “este error en la clasificación y la falta de atención durante su estancia, en la sala de camillas, fueron los factores determinantes, al no haber observado que sufriera un infarto agudo de miocardio”.
Según el magistrado, la inadecuada clasificación y manejo de su caso por parte del personal del hospital “fueron los factores críticos que condujeron a una clara pérdida de oportunidad de haber podido salvar la vida de la paciente si hubiese sido atendida y tratada adecuadamente”. Asimismo, añade que si se hubiera recibido el tratamiento adecuado y a tiempo, hubiera tenido más probabilidades de supervivencia. Por otro lado, da la razón al SAS en su planteamiento de que “el resarcimiento, aun siendo integral, no puede convertirse en una motivo de lucro”. Aunque, subraya que el daño moral para los familiares “no puede ser compensando por ninguna indemnización”. Atendiendo a las circunstancias, la edad de la fallecida y los perjudicados, el magistrado considera que la indemnización total de 100.000 euros, 20.000 para cada hijo, es una “compensación moderada, aunque nunca se podrá compensar por la pérdida de un ser tan querido”.
Los hechos tuvieron lugar el 21 de diciembre de 2017 cuando un médico de Quesada decidió que había que trasladar a la paciente hasta el centro hospitalario ubetense. En el traslado, fue acompañada por una auxiliar de la residencia de mayores donde residía, pero una vez en Úbeda, la dejó bajo la tutela del hospital. Allí, llegó pasadas las 14:00 horas y tras pasar la consulta del triaje, quedó a la espera de que volvieran a llamarla, sola y sin ninguna compañía. Todo apunta a que la llamaron, pero como no estaba en condiciones de contestar, en el hospital dieron por sentado que se habría marchado, cuando en realidad la mujer permanecía en una camilla sin que nadie se percatara de que no estaba recibiendo atención. No fue hasta pasadas doce horas y ya de madrugada, cuando un profesional preguntó por la persona que ocupaba la camilla. Cuando fueron a atenderla, ya la encontraron fallecida.
Desde el primer momento en el que el caso salió a la luz, la entonces Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales abrió dos informaciones reservadas, una desde la dirección del Hospital de Úbeda y otra desde los Servicios Sociales. Todo con el objetivo de esclarecer la situación de la fallecida. En su momento, el entonces director gerente del Hospital, Antonio Resola, atribuyó nada más conocerse el suceso a “problemas organizativos” que impidieron darse cuenta de que la paciente llevaba horas en una camilla sin que se le prestara atención médica. Aunque ahora desde el SAS se ha reconocido como “cierto que existió una descoordinación asociada a un cambio de guardia masificada, en un paciente con deterioro cognitivo y sin acompañamiento”, la Administración autonómica perseguía fijar una indemnización de 6.000 euros para cubrir el perjuicio patrimonial, los gastos de traslado de la fallecida, el entierro y el funeral, suma que la sentencia eleva hasta los 100.000 euros.