Aumenta el ritmo de desembalse en el Jándula: 20.000 litros por segundo

Sorpresa por la crecida del río de Sierra Morena, con dos pantanos en el término
Imagen del río en el mes de agosto.
Imagen de archivo del río en julio.
Juan Rafael Hinojosa

El Jándula es uno de los principales afluentes del margen derecha del Guadalquivir. Procedente de la provincia de Ciudad Real —se forma por la confluencia de los ríos Ojailén, Fresnedas y Montoro— drena una parte considerable de Sierra Morena y articula el Parque Natural de la Sierra de Andújar. Desde hace unos días causa sorpresa en el municipio la crecida de su caudal. Basta comparar el aspecto que presentaba este curso tan relevante a su paso por el municipio con la situación actual. A simple vista que aprecia un incremento tan considerable. Todo este volumen de agua se dirige hacia la parte baja de la cuenca hidrográfica para atender las necesidades de uso —principalmente de regadío— en Andalucía occidental, que, literalmente, se ha frito como consecuencia de la reciente ola de calor.

Pues bien, lo que se percibe por la vista queda contrastado con los datos oficiales. Para ello basta con examinar el portal de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, con desembalses considerables que se producen en los dos pantanos consecutivos, el del Jándula y el de El Encinarejo. En este sentido, a primera hora de la noche, en el del Jándula se alcanzaban caudales instantáneos de 22.410 litros por segundo, con una media diaria de 16.240. En el caso de El Encinarejo, la última presa que hay antes del Guadalquivir, la media 14.670. Si se tiene en cuenta que el día tiene 86.400 segundos, la cantidad de agua evacuada es simplemente espectacular.

Los dos embalses andujareños son, con diferencia, los que más recursos hídricos perdían ayer. Por ejemplo, si se hace una comparativa, la media de litros por segundos era de 3.430 en El Rumblar, de 7.040 en La Fernandina, de 10.710 en el Guadalén, de 1.130 en el Giribaile, de 1.510 en el Guadalmena, de 2.120 en la presa de Siles, de 6.030 en el Tranco, de 210 en el Víboras, de sesenta en El Dañador y de cuarenta en el Aguascebas. Si la situación se mantiene al mismo ritmo que en la actualidad durante mucho tiempo pronto será constatable el bajón en los pantanos situados en Andújar.

En la actualidad, tanto el Jándula como El Encinarejo se encuentran bastante mejor que en la misma época de 2024, como consecuencia de las generosas precipitaciones que cayeron en esta parte de la provincia durante el invierno y el primer tramo de la primavera. Esa recuperación se nota en la información oficial publicada por el organismo de cuenca. En tal sentido, El Encinarejo —con la excepción de El Dañador, un reservorio de agua de tamaño muy reducido— era el embalse de toda la provincia con mayor capacidad, con el 77,72%. Guardaba anoche 11,822 hectómetros cúbicos —millones de litros— de 15,21 posibles.

En cuanto a el Jándula, con 160,852 hectómetros cúbicos sobre 325,071 posibles, ya no llegaba a la mitad de su capacidad —se hallaba al 49,48%—, aunque no era de los peores de Jaén. El flujo de ambas pantanos es fundamental para la “playa” de El Encinarejo, la única zona de baño que cuenta, además por segundo año consecutivo, con una bandera azul. Durante el verano, esta zona de Sierra Morena acoge a numerosos visitantes que acuden con la posibilidad de disfrutar de diversos deportes acuáticos, con el atractivo añadido de que se trata de un “territorio lince”.