Vecinos de La Merced piden que se retire la pintura de la Fuente Nueva
Un daño a una parte importante en la vida de muchas personas pero, sobre todo, al sentimiento de todo un barrio. Este es el pensamiento que pueden tener en estos momentos los vecinos de una parte de la ciudad con mucha historia en sus calles y edificios con es el barrio de La Merced. La Fuente Nueva es una de las señas de identidad de este barrio y también de toda la ciudad. Un monumento cuya construcción se ordenó en 1590 y fue realizada en 1596 por los canteros de la familia Hurtado con el fin de abastecer agua a las zonas de los barrios de Santa María y San Lorenzo. Por tanto, es una fuente abrevadero que, hasta hace pocas semanas, mantenía ese encanto de fuente antigua, con agua en su vaso en la que viandantes, especialmente ahora en verano, y también los ciclistas podían ver ese agua potable y fresca, procedente del Manantial de Mingo, cerca del Castillo de Santa Catalina y del barrio de Puente de la Sierra.
Esta fuente y, en concreto el mencionado vaso, se encontraba con una fisura en la piedra que hacía que perdiera agua por una de las juntas. Como detalló el presidente de la Asociación Vecinal La Merced, Manuel Moya, tras contactar con el Ayuntamiento, la empresa concesionaria —encargada del mantenimiento de las fuentes— acudió al monumento para proceder a su reparación. Aunque, como apuntó el propio Moya, el trabajador se equivocó y, en lugar de arreglar la fisura por donde perdía agua, lo que hizo fue “pintar el vaso de color beige”. Sin duda, una intervención que nada tiene que ver con lo que consideran, desde el colectivo vecinal, que se debía hacer en su fuente más querida. Ahora, la Fuente Nueva presenta un panorama totalmente diferente al de costumbre: vacía, con cierta suciedad en el vaso y cercada por una valla. Manuel Moya insiste en que ha contactado ya en varias ocasiones con el Ayuntamiento: “Nos han comunicado que lo iban a solucionar rápidamente a través de la empresa concesionaria”.
Por el momento, el vaso de la Fuente Nueva continúa en el mismo estado dado que ahora se requiere de un trabajo más específico y técnico para poder retirar el color beige que hay actualmente y, por tanto, devolverlo a su estado primitivo con la piedra vista y sellar esas juntas para que no pierda agua. Por todo ello, los vecinos del barrio de La Merced desean que estos trabajos se acometan cuanto antes: “En estos días pasan los turistas por la Fuente Nueva y directamente se van, no se paran a verla o a beber agua, debido a esas vallas que la cercan y les hace continuar su camino. Manuel Moya recuerda que se trata de un monumento muy importante para el patrimonio jiennense, dado que se trata de un enclave fechado en el siglo XVI. Por todo ello, los próximos días o semanas serán determinantes para que se lleve a cabo esta intervención final que permita devolverle a la Fuente Nueva todo el esplendor que ahora tiene perdido.