Revolución verde desde la UJA: hojas de olivo convertidas en riqueza sostenible

Investigadores desarrollan un método innovador que convierte residuos del olivar en antioxidantes y bioetanol
Hoja de un olivar, en Mogón. / Jason Moyano / Diario JAÉN.
Ana Isabel Bravo

Nuevo avance revolucionario en el mundo del olivar. El grupo de investigación Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad de Jaén (UJA) ha confirmado la rentabilidad económica y los beneficios medioambientales de un método que emplea un método químico para obtener antioxidantes y bioetanol de las hojas del olivo. Dicho estudio puede ayudar al sector agrícola y energético a evaluar nuevas oportunidades de inversión sostenible, optimizando recursos y contribuyendo a la economía circular a partir de los residuos del olivar. Un innovador proyecto que ha sido financiado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta, la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

En concreto, el grupo de investigación ha desarrollado una técnica química que separa los antioxidantes de la biomasa en una parte líquida y otra sólida. Entre otros compuestos, obtuvieron bioetanol y lignina de la sólida, los cuales aportan rigidez a las células vegetales y puede emplearse para elaborar resinas y bioplásticos. De la líquida se extrajeron los antioxidantes, que poseen aplicaciones farmacológicas. Según los expertos, realizaron primero la parte experimental, cuyo objetivo era aprovechar los residuos de la almazara y de la industria de la aceituna de mesa. Así, identificaron que la hoja era la parte del olivo de la cual podrían extraer subproductos más interesantes para elaborar compuestos farmaceúticos. Con estos resultados, el método demuestra su viabilidad económica y ambiental, aplicando las bases de la economía circular y sustituyendo estos materiales por otros derivados de fuentes fósiles.

Simulación informática

Para comprobar su viabilidad económica, los expertos simularon el funcionamiento de una biorrefinería durante una campaña de recogida de aceituna. Emularon el procesado de 30.000 toneladas de este residuo al año y realizaron un estudio económico. “Queríamos comprobar si podría ser una inversión rentable para los empresarios y gestores de estos recursos”, comenta Juan Miguel Romero a la Fundación Descubre, entidad dependiente de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación el investigador de la Universidad de Jaén. Los expertos emplearon un sistema de simulación informático, donde introdujeron todas las reacciones químicas que se producían en la planta y que aportaron los reactivos y cantidades de energía necesaria para producir el biocombustible y los otros bioproductos. Luego, calcularon el coste económico de estos procesos.

Asimismo, indicaron qué equipo tecnológico se empleaba en la biorrefinería e indicaron costes como el valor de la electricidad, del gas natural, el interés del dinero y el coste de la mano de obra. Toda esta información fue validada en parámetros económicos y, con ellos, comprobaron la rentabilidad de la planta diseñada. Luego, introdujeron todas esas cantidades calculadas con datos económicos y comprobaron cuestiones como los años de trabajo necesarios para obtener beneficios. “Por ejemplo, sabemos que si tenemos 30.000 toneladas de hoja al año, obtenemos 4.923 toneladas anuales de antioxidantes, 3.303 toneladas por año de lignina y 848,1 toneladas de bioetanol anuales. Todos estos compuestos son útiles en las industrias farmacéutica, alimentaria y energética”, detalla el investigador. De esta forma, a escala comercial, estimaron que el método era rentable económicamente.

“Por ejemplo, si la inversión inicial es de 20 millones de euros, en cinco años el empresario recuperaría la inversión y, en 10 años, la rentabilizaría con 40 millones de euros”, reza en un comunicado de prensa. El equipo de expertos de la Universidad de Jaén estima que se adquiriría un beneficio del 20% anual. Asimismo, realizaron un análisis de sostenibilidad para comprobar cómo afectaba el proceso de producción y venta de este producto al entorno natural. Los resultados de este análisis fueron positivos, declarando que el método produce muy bajas emisiones y ejerce poco impacto medioambiental.

Grupo de investigación de la UJA implicado en el estudio. / Junta de Andalucía.