La arteria coronaria de la capital aboga con sus plazas por la Concordia y la Paz
Es una de las principales arterias de Jaén, que hace que el corazón de la ciudad lata a buen ritmo para la estabilidad y el progreso de la ciudadanía jiennense, donde conviven las principales entidades bancarias, sedes de instituciones supraprovinciales y punteras compañías del sector empresarial, comercial y educativo, así como emblemáticos monumentos de la capital. Construido en 1881, el Paseo de la Estación no siempre contó con la actual extensión de 1,2 kilómetros, desde la calle Roldán y Marín hasta la plaza Jaén por la Paz, sino que esta transitada vía ha ido evolucionando en su recorrido en el devenir de la ciudad. Inicialmente, fue un lugar de huertas que ocupaba el exterior de la ciudad. A la sazón, en la penúltima década del XIX, fue Ricardo Herrera quien proyecta el ensanche de la capital a través del que era el paseo de Alfonso XIII. La intención era unir a la ciudad antigua con el progreso industrial representado por el ferrocarril, y que en la actualidad se ve reflejado en los dos tramos que separa el monumento a las batallas de las Navas de Tolosa y de Bailén y el parque de La Victoria. Fue el 14 de junio de 1881, bajo el bastón de mando del alcalde José Roldán y Marín, cuando este paseo recibió su primer nombre, siendo bautizado como Marqués de la Casa Loring. A éste, con el paso de los años, le siguieron otros nombres, como avenida de la Libertad y avenida del Generalísimo, hasta que, finalmente, recibió el nombre de paseo de la Estación.
El paseo de la Estación supone un vuelco para el crecimiento de la ciudad en las décadas de los 20 y 30 del siglo XX, pues la expansión gira en torno a la vía, sobre todo a ambos lados, donde se establece la nueva urbe de este periodo. La tendencia de crecimiento no cesó hasta la actualidad, siendo actualmente la desembocadura de nuevos barrios de la capital, como es el Bulevar, que sigue expandiéndose hacia el norte. Pero cabe destacar que en la década de los 50 hay un hecho que deja patente lo rápido que se expande la ciudad gracias al paseo de la Estación. Y es que los planes generales de ordenación urbana plantean la necesidad de traslado de la estación de ferrocarril por constituir cierto impedimento ante este crecimiento.
Entre la extensa riqueza patrimonial que posee, destaca la residencia de ancianos de las Hermanas de los Pobres, uno de los edificios pioneros de la vía, puesto que afrontaba el reto de la modernidad arquitectónica. La primera piedra se colocó el 15 de octubre de 1891, actuando como asilo de estas monjas que procedían de Francia.
La historia arquitectónica siempre deja la impronta de los pasajes que se van cerrando con el paso del tiempo, pero en algunos casos éstos no clausuran, sino que gozan, desde sus inicios, de extrema entereza, como es el edificio de la Caja Rural de Jaén, del que muchos jiennenses están enamorados por la belleza que rezuma su fachada.
Una de las plazas más concurridas de la capital y, por ende, más identificativas del paseo de la Estación es la plaza de Las Batallas, flanqueada por los representativos edificios que albergan las sedes del Gobierno andaluz y de la Subdelegación del Gobierno, así como el edificio de los Sindicatos. Este último construido en 1958 y que en la actualidad es sede de UGT. Por último, por nombrar algún edificio del siglo XXI, el Museo Íbero se lleva el galardón en esta categoría.