Deja de latir el corazón del folclore jiennense con la marcha de Pilar Sicilia de Miguel

Destacadas personalidades de la provincia y amigos despiden a la guardia de las tradiciones y el alma de la Asociación Provincial de Coros y Danzas Lola Torres
Pilar Sicilia de Miguel, en una imagen de archivo.
Manuela Rosa Jaenes

Se va para siempre una mujer de bandera, pero su recuerdo y su legado, Patrimonio Cultural Inmaterial, quedará como el mejor regalo para la humanidad. Muere Pilar Sicilia de Miguel, el alma de la Asociación Provincial de Coros y Danzas Lola Torres.

Julio Millán Muñoz, alcalde de Jaén: “Quedan huellas de toda su labor”

Traslado mi pesar por la pérdida de Pilar Sicilia de Miguel en nombre del equipo de Gobierno y de la Corporación municipal. Ella era un referente dentro y fuera de la provincia, y una investigadora incansable de las señas de identidad más jaeneras. Pilar Sicilia dio entidad y dignificó la danza y el folklore, a lo que dedicó toda su vida a través de una labor de investigación profunda, desde los años sesenta del siglo pasado, de la que quedan huellas no solo en innumerables publicaciones, documentos gráficos y artículos, sino también en las distintas generaciones de jiennenses que atesoran los cantos y danzas de la provincia y los mantienen en la memoria colectiva.

María Espejo Nieto, primera teniente de alcalde y concejala de Cultura, Turismo y Fiestas: “Guardiana de la música y danza”

Mi pésame a familiares e integrantes de la Asociación Lola Torres. Pilar Sicilia hizo un trabajo inconmensurable como alma de una asociación que es guardiana de las canciones, la danza y hasta las tradiciones, fiestas e indumentarias de la ciudad y la provincia. Fue una investigadora incansable, una jaenera de primer nivel. Gracias a ella, mantenemos un tesoro, el de nuestro folklore, una aportación incuantificable a nuestra identidad, a lo que somos.

Francisco Reyes Martínez, presidente de la Diputación Provincial: “Una defensora del folclore”

Cuando hablamos de la cultura y tradiciones jiennenses, la imagen de Pilar Sicilia de Miguel, gran investigadora y defensora del folklore, es sin duda una de las primeras que nos viene a la cabeza. Aunque no era natural de nuestra provincia, pocas personas habrán hecho tanto por sacar a la luz y difundir la música, los coros, danzas y trajes de nuestra tierra como esta mujer que acaba de dejarnos, y cuya ingente labor de recuperación de nuestras costumbres y raíces culturales no solo ha sido reconocida aquí, sino también en toda España. Su larga y prolífica vida ha dado muchos frutos. Siempre ligada a la Asociación Provincial de Coros y Danzas Lola Torres, destacó por su incansable trayectoria como estudiosa e investigadora del folklore de los diferentes pueblos y ciudades de nuestra tierra, una labor impagable por la que la provincia de Jaén le estará eternamente agradecida. Y es que no solo consiguió rescatar del olvido toda esa tradición, que forma parte de nuestra herencia cultural y que es clave para definir la idiosincrasia de cualquier pueblo, sino que además fue igual de tenaz a la hora de difundirla. Resultado de ese esfuerzo son los libros y DVD que, con el apoyo de la Diputación, editó y en los que se recoge todo ese acervo cultural que, gracias a ella, siempre permanecerá en nuestra memoria y podrá ser disfrutado por las generaciones venideras. Pero tal vez su mayor legado, con ser todo lo anterior muy importante, no sea ese, sino que se encuentre en el gran número de vocaciones que despertó y el interés que creó en muchas personas por el folklore y por su conservación y difusión. Esa semilla que plantó y que germinó, sobre todo en los integrantes de la Asociación Provincial de Coros y Danzas Lola Torres, permite aventurar que esta enorme y necesaria tarea se mantendrá en el tiempo. En esta hora de su despedida, creo que los y las jiennenses debemos estarles agradecidos por ese trabajo altruista que nos enriquece como pueblo y que desde la Diputación, a través del Instituto de Estudios Giennenses, vamos a seguir trabajando porque se preserve y sea más conocido después de que la propia Pilar Sicilia nos legara buena parte de sus pertenencias, desde manuscritos a patrones de vestidos, música y anotaciones de folclore, para que sean catalogadas y digitalizadas. Ese, sin duda, es el mejor homenaje que podemos rendirle.

Concha Herranz, conservadora de indumentaria tradicional y joyería del Museo del Traje de Madrid: “Mi amiga”

Pilar Sicilia, mi amiga, compañera y colega, persona seria y muy comprometida y entregada al estudio del patrimonio inmaterial: música, canciones, bailes, trajes tradicionales, memoria colectiva. Solía decir que la tradición se lleva en el corazón. Trabajadora incansable y amiga de sus amigos. Orgullosa de su trabajo en Lola Torres. Ha dejado escuela, una forma de hacer y de sentir y un libro junto con Carlos Navasal. Juntos sacaron adelante el estudio de los trajes de Jaén fruto del trabajo de campo, “Memoria viva”. Un referente para Jaén que saltó al escenario con la misma naturalidad que Pilar salía a escena u organizaba cualquier encuentro. Multidisciplinar y humana, guapa y con esos lindos ojos azules que hablaban aún sin mirar. Un personaje con deslumbrante personalidad y un buen hacer. Te echaremos de menos, y gracias por haber tenido la suerte de conocerte y compartir contigo un puñado de cosas. Te queremos.

Manuel Contreras Pamos, periodista: “Un icono de la cultura de Jaén”

El folklore, las tradiciones y la cultura de Jaén y de toda España están de luto. La muerte de Pilar Sicilia de Miguel, dejará un gran vacío en estos espacios donde los bailes, las danzas, las canciones y la idiosincrasia de los pueblos de toda la provincia, pues ella fue un gran baluarte para que tuvieran vigencia, actualidad y protagonismo y nuestras tradiciones no se perdieran con el paso del tiempo. Pilar Sicilia, aunque nacida en Madrid y vivió breves periodos de tiempo en Cádiz y Granada, cuando con nueve años llegó a Jaén, su persona quedó plasmada, sellada e impresa con letras de oro, en esta tierra del Santo Reino. En 2015, tuve el honor de ser maestro de ceremonias de la edición del Folk del Mundo. La idea de que yo formara parte del elenco la tuvo la que consideré siempre atenta, cercana, entrañable e inigualable amiga Pilar Sicilia de Miguel. Siempre la tuve en mi mente, y se lo recordaba cuando nos veíamos, durante los casi 50 años que hace conocí a Pilar. Nunca he olvidado las ciento de veces que Pilar acudía por los estudios de la entonces Radio Popular de Jaén, cuyos estudios y oficinas estaban situados en la calle Obispo González, 2-4ª planta, en el edificio del Obispado, para que Juanita Pastor o Fernando García, le hiciera una entrevista para promocionar actuaciones y tantas tradiciones jaeneras de canciones, bailes o danzas, actividades que han formado, junto a su familia, parte de su vida.

A Pilar Sicilia siempre la consideré con una mujer luchadora, íntegra, trabajadora, y emprendedora por lo que le gustaba, lo que le llevó a formar parte de la Sección Femenina para, posteriormente, formalizar la Asociación “Lola Torres”, junto a dos entrañables personas, también entregados a las tradiciones jaeneras como Rufino Cevidanes y Fernando Lorite. Incansable en su labor, ha viajado por todo el mundo con el folklore jaenero, y por nuestra provincia recorrió miles de kilómetros para recabar información en cientos de contactos, con el fin de recuperar, de manera autóctona, esa música y bailes de cada zona que estaban en peligro de extinción. Otra cosa que destaco es que ha disfrutado con el cariño que los jiennenses le han otorgado pues, aunque como he dicho Pilar nació en Madrid, ella se consideraba de Jaén, Jaén, refiriendo en las muchas entrevistas que le han realizado que el “Folclore de Jaén no es cosa mía, sino de todos”. En vida disfrutó de las muchas distinciones que recibió dando nombre a un lugar de la Alcantarilla o el “Premio a las Tradiciones” que le otorgó Diario JAÉN, entre otros, debido a su constante necesidad de formación, pues entendía que nadie puede vivir de rentas y anclado en el pasado. Muchas prebendas suyas podía seguir aludiendo, pero harían interminable este obituario. Sin embargo, me van a permitir que no deje pasar aspectos con los que identifico su vida: la sencillez, la humildad y la gratitud.

Así, Pilar Sicilia, en su quehacer diario durante tantos y tantos años, entendía que la humildad nos exige la aceptación sincera de la verdad ante nuestra limitación humana, mientras que la gratitud, para ella exigía que muchas cosas de lo que somos se lo debemos a los demás. Si hay alguien que mereció homenajes y parabienes, que afortunadamente los recibió en vida, con el cariño de todos, esa fue Pilar Sicilia de Miguel que nos ha dejado, pero pasa a vivir la eternidad junto a la Virgen de la Capilla a la que tanto quería y amaba. A sus compañeros de la Asociación “Lola Torres” les llegó la noticia en tierras de Cáceres donde actuaron la noche del sábado. Hoy estarán con ella, lo mismo que muchos jaeneros, para darle, en el adiós a este mundo, el merecido abrazo por su complicidad con tantos años de investigación, cercanía y, como he dicho, por el trabajo incansable realizado, para mantener activas todas las tradiciones de nuestra querida tierra jaenera. A pesar de que ya no estará físicamente con nosotros, el folklore y nuestras tradiciones, gracias a ella, los recordaremos en nuestros amaneceres, entre tus queridos olivos y un ambiente plateado en que junto a ti, querida Pilar, los jaeneros veremos y compartiremos tu siempre inigualable sonrisa y tu impecable labor. Pilar Sicilia de Miguel ha sido, es y será un icono de la cultura de Jaén, será por los siglos de los siglos una persona grande en el pueblo jiennense. Un fuerte y sincero abrazo querida Pilar con el que juntos seguiremos buscando la felicidad de los demás, que era lo que tu perseguiste durante tus años de vida. Paz y bien.

Juan Ignacio Cevidanes Mena: “Se va la mejor voz, la bailarina, la maestra”

No solo el folclore y la cultura provincial y andaluza pierden una de sus más firmes defensoras. Cientos de jiennenses que tuvimos la oportunidad de disfrutar de sus enseñanzas, lecciones de vida y, sobre todo, de sus risas, nos hemos levantado huérfanos de una gran amiga, madre y maestra. Los laudes, guitarras y bandurrias lloran notas de boleros y fandangos que ella misma recogió por toda la geografía jiennense en una época en la que adentrarse en esos pueblos de las serranías jaeneras, era una aventura reservada solo a grandes corazones inquietos. Pilar Sicilia, mujer fuerte, generosa y valiente donde las haya conocido, fue una adelantada a su tiempo. Por su coraje, por su visión de la vida, por su forma de afrontar las dificultades, por su tratamiento y respeto hacia los demás. Ella como nadie se supo desenvolver en un mundo bastante difícil y abrió caminos que para las mujeres de su época eran pedregosos y costosos de andar. Trabajó toda su vida altruistamente por recuperar y mantener viva la cultura popular de nuestra provincia, transmitiéndonos la alegría de aprender, enseñar, mostrar y guardar el legado de nuestros mayores. Pero hoy realmente muchos de los que formamos la gran familia de Lola Torres hemos perdido algo más, mucho más. Se nos va una amiga, una madre que nos educó en el respeto y la disciplina de grupo, que nos llevó de la mano por toda la provincia jiennense, por la mayor parte de la geografía española y por innumerables países del mundo para llevar nuestra cultura hasta los rincones más recónditos. Para mí se va la mujer con mayúsculas, la amiga paciente, la mujer que ejerció de madre en los cientos de viajes que pudimos disfrutar juntos, con la satisfacción de haber podido aprender de muchas culturas y transmitir la nuestra allá donde íbamos. Cuánta vida, cuántas enseñanzas, cuántas risas y vivencias, cuántas conversaciones y algunos secretos son los que te llevas. Capaz de dar a cada uno de nosotros su sitio, siempre con la palabra justa en cada momento, con la integridad que te caracterizaba. Son muchos los que se adelantaron en el camino, pero solo imaginar tu carcajada y alegría cuando te encuentres con tantos amigos, me hace llorar de alegría y emoción. Tu niño Rufinillo te estará esperando para darte un apretón de los suyos, de los que quitan el aliento. Manolón y Carletes estarán preparados juntos con tito Paco, Félix, Pulido, Arturo, Mari Cubo y tantos que allí te esperan para folclorear con ritmos serranos. A mí se me va la raíz, el escudo y la institución. La que me regañaba y reía a partes iguales, con la intención siempre de mejorar. Se va la mejor voz, la excepcional bailarina, se va la maestra. Se va ese beso en la mejilla y ese amor que se da sin abrazar. En nuestro salón de baile ya siempre quedará vacía una silla de dirección que grita muda en cada ensayo. Ya nada sonará igual porque tu presencia es más fuerte de lo que todos imaginábamos. Porque si algo tenemos claro todos, es que tú no te vas, porque tú te quedas en cada castañuela, en cada taconeo, en cada nota, en cada refajo y en los gestos de cada uno de nosotros. Te queremos amiga.

José Ayala Mendieta, delegado de Cultura, Turismo y Deporte: “Su impronta está en la memoria”

Como delegado de Turismo, Cultura y Deporte, deseo trasladar las condolencias a familiares y amigos de Pilar Sicilia, una mujer que deja una huella imborrable en la memoria cultural e identitaria de su tierra. Gracias a su trabajo incansable, generaciones de jiennenses aprendieron a valorar nuestras danzas, nuestros trajes, nuestras canciones, nuestras costumbres. Como alma de la Asociación Lola Torres, dejó su impronta en el legado cultural de Jaén.

Manuel Fernández Palomino, subdelegado del Gobierno: “Una parte del alma se va”

Una parte del alma de Jaén se va con Pilar Sicilia de Miguel. Queda una inmensa obra de búsqueda y recogida de nuestro folklore y nuestras tradiciones. Y un enorme sentimiento de agradecimiento por una labor impagable. Y queda la Asociación Lola Torres, que cuidaremos siempre.

Antonio Garrido Gámez, periodista: “Jaenera summa cum laude”

Nos dice adiós Pilar Sicilia de Miguel. Y Jaén entero la tiene que despedir con el caudal de afecto que se ha ganado en vida y con el reconocimiento a la inmensa labor que ha labrado durante toda su vida para mantener y promocionar el legado recibido de la providencial María Dolores de Torres, en favor del riquísimo patrimonio del folclore de la capital y de toda la provincia. Ella se va, pero queda su obra y estamos seguros de que la Asociación Lola Torres, de la que ha sido alma mater, sabrá mantenerla como corresponde. Ha sido una jiennense admirada que, en vida, ha recogido los frutos de su entrega absoluta al patrimonio inmaterial traducido en un folclore que es orgullo nuestro y que se ha proyectado también por todo el mundo. Pilar, nuestra querida Pilar, ha formado parte de ese grupo de jiennenses militantes de su ciudad y de su provincia que hemos considerado imprescindibles. Despedimos a una jaenera summa cum laude. Por fortuna, las instituciones y colectivos vinculados con la cultura supieron rendirle homenaje a tiempo, ha tenido la satisfacción de sentirse querida, hay una calle con su nombre que es uno de los grandes tributos que se pueden conceder, ha pregonado fiestas como la de San Antón, y, en definitiva, ha formado parte y lo seguirá haciendo su memoria agradecida del alma de Jaén, que tanto le debe a su impronta y a su esfuerzo. Más de medio siglo cuidando de la herencia recibida de Lola Torres, pero también dedicada a la tarea de recuperación de innumerables danzas y canciones de todo tipo, hasta completar lo que hoy conserva la Asociación Provincial de Coros y Danzas Lola Torres, un acervo musical folclórico que forma parte de nuestro legítimo orgullo como pueblo. Querida Pilar, muchas gracias por tanto. Seguirás viviendo en el recuerdo de tu amada Jaén.

Mónica Díaz: “Gracias, Pilar, por tu maestría”

Tuve el inmenso privilegio de aprender de una mujer que no fue sólo profesora, sino alma y corazón del folclore andaluz. Y estas palabras no son solo mías... las digo en nombre de todos sus alumnos, de todos los que tuvimos la suerte de crecer bajo su mirada exigente, su cariño firme y su entrega absoluta. Yo suelo escribir historias, novelas... pero esto es mucho más difícil de narrar. Porque aquí no hay ficción, no hay personajes ni tramas. Hoy escribo desde el alma, con el corazón en la mano, intentando poner palabras a un adiós que nos cuesta aceptar. Nuestra profesora y directora no nos enseñaba sólo a bailar: nos transmitía sentimiento y respeto por nuestras raíces. Con su fuerza, su disciplina y su pasión inquebrantable, llevó el folclore andaluz por todo el mundo, dejando huella allí donde ponía el pie. Su legado es inmenso, y el escalafón que deja es, sencillamente, insuperable.

Aunque hace tiempo que dejé de bailar, su voz, sus consejos, su ejemplo... siguen en mi recuerdo. Y sé que seguirán por siempre. Ella no solo formó artistas, formó personas, enseñándonos que el arte se honra con esfuerzo, con respeto, con alma. Hoy, mientras la despedimos, quiero creer que allá arriba ya la están esperando. Que el cielo se viste de gala para recibirla. Carlos la acogerá con los brazos abiertos. Y Rufino, con su eterna sonrisa. Ambos la guiarán en su nuevo escenario. Gracias, Pilar, por todo lo que fuiste, por todo lo que nos dejas. Prometemos que tu legado no se apagará, porque mientras haya alguien que baile con el corazón, tú estarás presente. DEP. Tu alumna siempre.

Ana Belén Díaz: “De luto el arte y mi corazón”

El arte está de luto, y mi corazón también. Se ha ido, no sólo una profesora, sino una guía, un ejemplo, una mujer que vivió y respiró folklore. Gracias a Pilar conocí la fuerza y la belleza de nuestras tradiciones y la disciplina del verdadero arte. Cada paso que me enseñó llevaba historia, identidad y pasión. Nos deja un legado enorme, un escalafón tan alto que pocos podrán siquiera intentar alcanzarlo. Pero también nos deja su exigencia, su amor profundo por el baile y por sus alumnos. Hoy me siento honrada de haber sido una de ellas. Pilar, Carlos y Rufino te harán el recibimiento que mereces. Uno te acogerá entre sus brazos y el otro te dedicará su eterna sonrisa. Gracias por tanto, jefa, no te olvidaré jamás. Con todo mi respeto y cariño eterno.

Ignacio Ruiz Merino: “Nos deja, pero no nos abandona”

Pilar Sicilia de Miguel, madrileña de nacimiento y jaenera de adopción, llegó a nuestra tierra con tan solo nueve años por motivos del cambio de destino de su padre que trabajaba en telefónica. En su casa escuchaba cantar a su madre todo tipo de canciones, por lo que fue absorbiendo el interés por la música, siendo este el motivo que le llevó a acercarse a la “Sección Femenina” para apuntarse a dar clases de canto, teniendo como profesora a doña María de los Dolores de Torres Rodríguez de Gálvez (Lola Torres). Con su preciosa voz tardó poco en ser la alumna predilecta de doña Lola, aprendiendo de su maestra bailes y cantes que fueron fomentando su interés por la investigación del folklore de Jaén, sus danzas, indumentarias, cantos y demás elementos que conforman el legado inmaterial que definen una parte muy importante de la idiosincrasia de nuestra tierra.

En los muchos y muy buenos ratos en los que me fue dando lecciones de jaenerismo, me comentó entre otras miles de cosas, que le gustaría que se le recordara como una sencilla “Folclorista”. Esta palabra define a la persona que se encarga de estudiar las tradiciones y las costumbres de un pueblo, para tratar de conservarlas y darlas a conocer, por lo que como no podía ser de otra manera y para comenzar a paliar la deuda que Jaén tenía con esta mujer, en 2023 se inauguró una calle que lleva el nombre de “Folklorista Pilar Sicilia de Miguel”.

La actividad laboral la desarrolló como funcionaria de la Junta de Andalucía, siendo jefa de Servicio Actividades Deportivas. El puesto le venía como anillo al dedo, ya que, aparte de tener buenas dotes para el deporte, su carácter luchador y feminista de las de verdad, hacía que no se achantara ante nada ni nadie, en aquellos años en los que el deporte era empresa exclusiva del género masculino. Pilar ha tenido que aguantar en su lucha por la conservación de nuestras raíces el desprecio de algunos por considerar al folklore como algo rancio y casposo, al relacionarlo con los años de la dictadura. Con carácter cordial pero a la vez fuerte, una de las cosas que no entendía era que hubiese gente de Jaén que no sabía lo que era un traje de pastira o de Chirri. Su enorme compromiso social es el que la ha llevado a recopilar más de cien canciones y ochenta tipos de danzas folklórica, dejándolos plasmados en una serie de libros y de soportes audiovisuales que tiene editados, y que incrementan el rico patrimonio inmaterial que posee su “Asociación de Coros y Danzas Lola Torres” de la que lo ha sido todo, presidenta, cantante, bailaora, instructora, directora...

Su casa es un auténtico museo etnográfico, en donde se pueden encontrar auténticas joyas jaeneras. Cada vez que iba a aprender historia viva siempre le llevaba algún libro de Jaén o escrito por algún paisano, a lo que ella me correspondía entregándome algunos de sus preciosos legajos que conservo como oro en paño. El último que tengo ya no me lo dio en su casa, sino en el hospital. Me acerqué a ver como se encontraba y me dijo que abriese el armarito de la habitación. Me dijo que sabía que tenía que ir por allí y me tenía preparada un original de una serie del libreto del himno a Jaén. Hasta última hora no ha dejado de sorprenderme. Pilar, has pasado de persona a personaje, te has convertido en símbolo identitario de nuestra tierra que te tendrá siempre como guía y custodia de nuestras tradiciones. Jaén te va a echar mucho de menos y tus enseñanzas de jaenerismo no las voy a olvidar nunca.

Juan Miguel López García (Nono): “Grande del folclore y Jaén”

Hay ocasiones en que las palabras no llegan a describir todo lo que se quiere decir sobre según de quién se esté hablando, porque hay personas tan sumamente grandes, que jamás se puede acabar de hablar de ellas. Dicho lo cual, voy a tratar de expresar quién fue Doña Pilar Sicilia de Miguel (quién me conoce sabe, que pienso que eso de los tratamientos y las distinciones no lo dan los títulos ni los cargos, sino las acciones de las personas). Estimo que Pilar debe llevar delante “el doña” en mayúsculas, por ser una grande en el ámbito de la cultura de Jaén y su provincia, también en el del folklore nacional, pero sobre todo, grande en humanidad.

Quienes tuvimos la suerte y el privilegio de conocerla, sabemos que su integridad era una de sus virtudes y su seña de identidad, integridad que se reflejó en todo lo que hacía, porque sin integridad no se pueden adquirir compromisos, sin integridad no se pueden tomar decisiones justas, y sin integridad no se podría haber ganado el respeto de todas las personas que la conocimos. Hoy el mundo de la cultura giennense luce menos en la tierra, pero resplandece con más intensidad en el cielo, porque Pilar con su arte y sus bonitos ojos, hará que el cielo sea aún más azul y luminoso. ¡No quiero ni pensar, la que allí arriba se va a liar!, cuando todos se vuelvan a abrazar, cuando Carlos y Rufo al ver a Pilar, se pongan a cantar y bailar, y la rondalla celestial con Manolón, Juan Puertollano y Félix a la guitarra, acompañados de Paco Pulido, Antonio y tito Paco con sus laudes y bandurrias, todos se arranquen a tocar.

Pilar, deja un hueco que no sé cómo se podrá llenar, se suele decir que nadie es imprescindible o insustituible, pienso que Pilar es la excepción que confirma esta regla, porque era la autoridad moral de todo un grupo “Lola Torres”, era la persona que confería disciplina, la argamasa que daba cohesión. Era la persona que se ganó todo nuestro respeto, llegando a ser, no una persona como tal, sino una institución por todo su buen hacer, por toda su labor investigadora y difusora de nuestro folclore y nuestras tradiciones; por ser una persona incansable y luchadora a pesar de las trabas que se encontró en décadas de trabajo, trabas que el tiempo, su empeño y dedicación, transformaron en grandes reconocimientos que en vida disfrutó, tales como jaenera del año, una calle, pregonera de San Antón... y el mejor de todos los reconocimientos, el infinito cariño que su gente le dimos, porque supo ganarse a las personas por su saber estar, por ser disciplinada, por su gran riqueza intelectual que desplegó con humildad, por ser una mujer de mente abierta, una adelantada a su tiempo y valiente. Mujer creyente, de fuertes convicciones y temperamental, pero al tiempo, de saber respetar y, una persona que sabia y le gustaba escuchar, aconsejar y ayudar. ¡Pilar, gracias por todo! DEP

Francisco Jiménez Delgado: “Una pastira en el cielo”

Hoy no tengo ganas de oír sones de boleros, no quiero ver el vuelo de los refajos, ni quiero los cantos de los fandangos, ni de las jotas, ni seguidillas, ni malagueñas. Hoy no quiero nada. Tan solo pensar que se ha ido una de las personas más importantes de mi vida, una historia personal de admiración y compartir momentos, horas, instantes que ya no se repetirán. Pilar Sicilia es una mujer que ha merecido la pena conocer y todo el que ha tenido trato con ella sabe de lo que hablo. Imprime carácter. Cualquier conversación, charla, acto protocolario o no, ensayo, grabación de disco, cantes bailes, todo, todo es un patrimonio personal que guardaré en mi alma para siempre. Aún recuerdo en la década de los ochenta del siglo pasado cuando en esa casona palaciega de la calle Montero Moya, sus directrices y voces corrigiendo a su grupo de danzas atravesaban el silencio de aquella recóndita plazoleta. Su nombre más que con el grupo, con el folclore, las investigaciones, las conferencias y las charlas ha sido una larga vida unido íntimamente a mi eterno compañero de viaje Carlos Navasal. Los tres nos hemos comido la provincia de Jaén a bocados. Desde Santiago de la Espada hasta Alcalá la Real. De Sierra Morena hasta Valdepeñas de Jaén, hemos desempolvado arcas, baules, cómodas... acumulando lo que nosotros hemos considerado “el tesoro oculto de la provincia”.

Pilar Sicilia ha elevado el nombre de Jaén a unas cotas de máxima belleza en un tema muy denostado y despreciado por historiadores y científicos. En la sencillez de un bordado de lana o el paso de una jota enseñado por una anciana en una aldea, Pilar Sicilia identificaba la máxima belleza y el auténtico arraigo de nuestra tierra. Nunca, nunca podremos agradecer a esta mujer el legado musical, folklórico y etnográfico. Grabaciones musicales en discos y CD, grabaciones en vídeo de todos y cada uno de las danzas en sus lugares de origen: pueblos ciudades y aldeas y el tesoro más importante de su legado, la publicación “Memoria Viva”, un trabajo de caso 20 años de recopilación, roto por la muerte de Carlos Navasal y del que me siento orgulloso de haber sido el último empujón junto a Pili Sicilia, donde horas y horas de trabajo me hicieron ahondar más en su personalidad y biografía propia. Mis conversaciones, comentarios y momentos vividos solo quedarán entre ella y yo. Me queda el consuelo que los reconocimientos los ha recibido en carne propia: Jaenera del Año en Cultura, reconocimiento de Diario JAÉN, máximo galardón de CIOFF, y la rotulación de una calle en su ciudad Jaén... Nadie como ella ha sabido llevar el traje de pastira y a nadie le quedaba ni le quedará tan bien plantada la mantilla encarnada. Faltaba una pastira en el cielo porque allá arriba le estaban esperando sus chirris preferidos: Miguel Siles, Paco Liébanas, Manolón, Carlos Navasal, Rufino Cevidanes. Ahora podréis bailarle al Señor los melenchones en ese corro eterno del cielo. Ahora descansa, mi amiga, mi compañera de vida junto a tus padres a los pies de la Virgen de la Capilla, en su columbario, a esa Virgen a la que tantos y tantos años acompañaste en su Corte de Honor como auténtica jaenera.