Catalina García: “Medicina hará que Jaén se vea como una oportunidad de vida”

La recién nombrada consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, en el núcleo duro de la nueva legislatura de Juanma Moreno, habla en profundidad con Diario JAÉN
Catalina García
Manuela Rosa Jaenes

Entra en el núcleo duro del Gobierno de Juanma Moreno convencida de que son muchos los retos estructurales que hay pendientes en una de las áreas más sensibles de todas las que existen en la Administración andaluza. Es crítica con las debilidades del sistema en el que fue viceconsejera y, por supuesto, elogia sus fortalezas.

Le preocupa el tiempo de espera de los usuarios tanto en la Atención Primaria como en la Hospitalaria y se compromete a trabajar por conseguir una remodelación de las urgencias para conseguir que los flujos vayan dirigidos a los lugares oportunos y reducir la demora en las atenciones. Una de sus prioridades es la Construcción de la Ciudad Sanitaria. Manifiesta que no hay fecha para su finalización, pero sí para el comienzo de las obras: en esta legislatura.

Conoce el terreno en el que se mueve y es consciente de la responsabilidad que asume en un momento en el que todo lo vivido pesa. Catalina García Carrasco (Barcelona, 1969) formará parte de la historia de Andalucía por haber participado como viceconsejera de Salud y Familias en el Gobierno del cambio y por estar en el núcleo duro de la Junta en la primera legislatura del presidente, Juanma Moreno, con mayoría absoluta. Ser consejera de Salud y Consumo cuando todavía colea una pandemia supone una responsabilidad que no todo el mundo está dispuesto a asumir. La provincia tiene una aliada en Sevilla. Aquí está.

—¿Cuándo y cómo se enteró?

—Me enteré por una llamada del presidente a la una de la tarde del mismo lunes que hizo públicos los nombramientos.

—¿Ha conseguido asumir ya su recién nombramiento?

—Me cuesta. Cuando llego a la Consejería, me voy directa a mi despacho de viceconsejera, pero poco a poco.

—¿Ve reconocido el duro trabajo realizado en pandemia?

—Yo creo que sí, es reconocido mi trabajo y el de mi consejero, Jesús Aguirre, que ha sido el que ha capitaneado el barco en esta última legislatura, y el presidente ha sabido reconocer el gran esfuerzo situándolo como segunda autoridad en la Junta de Andalucía. El siguiente reconocimiento ha caído a mí, un orgullo y un honor.

—¿Qué significa ser la voz de Jaén en el Gobierno andaluz?

—Es un orgullo ser consejera, pero todavía es más honor y más orgullo serlo por Jaén, por mi provincia. Siempre he dicho que, de las mejores cosas que me han pasado en vida política, la principal ha consistido en ser alcaldesa de mi pueblo, Jimena, lo que hice con gran orgullo, y ahora, por supuesto, ser consejera en el Gobierno de la Junta de Andalucía, representando a mi provincia de Jaén, a la que quiero con locura.

—¿Qué consejos ha recibido de su antecesor, Jesús Aguirre?

—Me ha dicho: “Tú ya sabes que hemos estado en una guerra, tú has estado conmigo y no te voy a decir mucho, porque sabes lo que hay que hacer”.

—¿Qué ventajas cree que conlleva ser enfermera para un cargo político que tiene que resolver los problemas de su profesión y, en general, de la sanidad pública?

—Yo soy consejera y enfermera, pero mi misión tiene que ser resolver los problemas de todos los profesionales del sistema sanitario, a los que considero un equipo, porque un médico no es nadie sin una enfermera, lo mismo que la enfermera no es nadie sin el auxiliar, ni el auxiliar sin los celadores y sin las personas, como hemos visto en pandemia, que gestionan el modelo asistencial y de prestación. Sí es verdad que la Enfermería, dentro de los equipos, es como la intendente con capacidad de llevar la voz y el timón, pero mi labor fundamental es defender a ese equipo que tiene que funcionar como tal dentro del sistema sanitario público, porque todos son imprescindibles.

—El trabajo de viceconsejera le habrá dado experiencia para conocer las debilidades y las fortalezas del sistema...

—Cierto. La primera legislatura nos ha servido para ver que la principal fortaleza está en sus profesionales, que son el corazón del sistema, por lo que a ellos nos tenemos que dedicar, tanto en su formación como en su estabilización y mejoras laborales en las que tanto hemos trabajado en los últimos tres años y medio. Quiero recordar que el 77% de la plantilla del SAS se ha estabilizado, lo que equivale a uno de cada tres profesionales, y estamos trabajando para que haya una bolsa donde todos los meses, al menos cada trimestre, la actualización de méritos sea una realidad. Se ha trabajado para que la equiparación salarial con el resto de comunidades autonómicas se cumpla, porque teníamos profesionales mal pagados que decidían irse a otros lugares antes que quedarse en su comunidad autónoma, en donde se habían formado. Tenemos que seguir trabajando para tener una Atención Primaria resolutiva, que nos permita descongestionar la Atención Hospitalaria y que posibilite la accesibilidad de la ciudadanía tanto telefónica como presencial y que tenga un contacto directo con los hospitales para que podamos decir que atiende en tiempo real a los andaluces. Además, tenemos más retos, como la salud mental, que hay que afrontar de una manera decidida, porque sabemos que tenemos muchos problemas, especialmente de diagnóstico y de atención en adolescentes, porque poseemos una atención temprana, pero hay que seguir trabajando para avanzar muy rápidamente en el diagnóstico precoz y muchas inquietudes más de calado dentro del sistema que no podemos dejar de lado.

—¿Por ejemplo?

—Sabemos que, gracias a Dios, nuestra población es cada vez más mayor y, por lo tanto, hay más enfermedades pluripatológicas que lo que nos dicen es que tenemos que transformar el sistema para poder atenderlos. Ahí tenemos que hacer mucho en atención domiciliaria, en centros residenciales, colaboraciones con la Consejería de Políticas Sociales y avanzar en todo lo relacionado con la tecnología, la investigación y la modernización de nuestras urgencias. En definitiva, un trabajo ingente que se irá mucho más allá de cuatro años. Queremos establecer las mimbres, el camino, en esta legislatura, es decir, afrontar grandes retos que nos permitan que en los siguientes años podamos seguir avanzando.

—¿Cuáles son los retos estructurales que usted misma reconoce que hay que afrontar?

—Mejorar la Atención Primaria. Quiero recordar que al comienzo de la legislatura empezó a funcionar de una manera muy eficiente la consulta de acogida, que significa que en los centros de salud de primer tamaño se atienden a las personas que no han conseguido una cita y se resuelve su problema. Tenemos también cuatrocientas enfermeras referentes escolares, que nos ayudan, junto con la comunidad educativa, en un trabajo muy importante de promoción y prevención de la salud y tenemos que avanzar con los psicólogos en el diagnóstico precoz en salud mental. Otro reto consiste en afrontar la reforma de las urgencias y emergencias en Andalucía y, además, avanzar en la formación de los profesionales y resolver el déficit de plantilla, sin olvidar el problema medioambiental, eficiencia energética y reto demográfico como áreas transversales en todo el Gobierno de Andalucía.

—¿Y las infraestructuras?

—Por supuesto. Ya están proyectadas, tienen parte presupuestaria, pero hay que desarrollarlas dentro del Plan de Infraestructuras 2020-2030, que lleva dos grandes en Andalucía: el tercer hospital de Málaga y la Ciudad Sanitaria de Jaén. Ahora hemos introducido el Hospital de Cádiz. Aparte, las grandes inversiones irán a Atención Primaria, porque son importantísimas para que sea resolutiva y eficiente.

—¿Por qué faltan profesionales en el modelo sanitario?

—Porque hace tiempo, el Sistema Nacional de Salud no hizo una previsión relacionada con las jubilaciones en todas las categorías. El principal problema lo tenemos en los médicos de familia. Nosotros hemos incrementado en trescientas plazas la formación de médicos residentes en los últimos tres años y medio. Somos la primera comunidad en número de profesionales que se van a formar, pero necesitamos diez años, por lo que en la actualidad el enorme esfuerzo que estamos haciendo verá sus frutos en la próxima década. Pedimos al Ministerio de Sanidad que la homologación de títulos de personal extracomunitario se agilice con las mayores garantías, por supuesto, y queremos avanzar en las especialidades de Enfermería para que podamos ayudar a solventar el déficit que vamos a tener, especialmente, en el mundo rural.

—¿Por qué los profesionales, a la hora de elegir destino, le hacen el arco a Jaén?

—Es cierto que le hacen el arco, sí, pero la verdad es que los profesionales, a medida que ven que pueden desarrollar su carrera, se quedan. Eso le ha pasado a Jaén y a Huelva hasta ahora. Sin embargo, las mejoras introducidas, como el Robot Da Vinci, hacen que gente de otras comunidades hayan pedido venirse a Jaén. Lo mismo pasa con la resonancia magnética de Linares. Hay provincias que necesitan más cariño para que los profesionales quieran quedarse y, en este sentido, existe el decreto de difícil cobertura.

—¿Cuáles son sus prioridades?

—Avanzar en la Facultad de Medicina, una pieza fundamental que será una realidad en septiembre, a lo que hay que unir la construcción de centros de salud como el de la Alameda en Jaén, el de Mancha Real, Alcalá la Real u Orcera... Más de cuarenta municipios van a tener una inversión de más de dos millones de euros en los próximos meses. Sin embargo, el revulsivo será la Ciudad Sanitaria, porque tenemos el hospital encasillado en la capital que no permite el desarrollo. En estos tres años y medio nos hemos dedicado a hacer algo que se podía haber hecho en los últimos veinticinco años, preparar el terreno. Aprovecho para agradecer al Ayuntamiento, a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y a la Diputación su colaboración para que el proyecto pueda ser una realidad.

—¿Cuándo cree usted que los jiennenses podrán disfrutar de la Ciudad Sanitaria?

—Sí puedo decir que en esta legislatura se empezará a construir la Ciudad Sanitaria. Todo dependerá del dinero que llegue de los fondos europeos.

—¿Qué supondrá la titulación de Medicina para la provincia?

—Era una deuda pendiente y la única manera de que los profesionales vean a esta provincia como una oportunidad de trabajo, de vida y de futuro.

—¿Cómo se puede combatir la espera para una cita con el médico de familia?

—Pido paciencia a los ciudadanos y, a la vez, también tengo que decir que la demora, en pleno verano, está en cinco días, con lo cual no está nada mal. Esa es la media, pero hay lugares más conflictivos a los que damos solución a través de la consulta de acogida. Es importante que los usuarios conozcan que hay urgencias en los centros de salud y en los hospitales, por lo que la atención está garantizada.

—¿Qué puede decir a aquellos ciudadanos que llevan tres horas en Urgencias a la espera de ser atendidos?

—Eso es algo que queremos afrontar, porque muchas veces los usuarios acuden a las urgencias hospitalarias de forma errónea, por lo que tenemos que hacer una labor fundamental para dirigir bien los flujos y poder atender de una forma más rápida. Hay que reformar las emergencias en Andalucía, es necesario para la agilización de los tiempos.

—Los enfermeros piden equiparación salarial y mejoras en los contratos. ¿Cuál es su mensaje?

—Les puedo decir que la mejora de las contrataciones es una realidad desde el minuto uno y, en cuanto a las mejoras laborales, el último acuerdo que se ha firmado justo al final de la legislatura pone a las enfermeras andaluzas como las mejores pagadas de España. Ni que decir tiene que queda mucho trabajo por hacer, por ejemplo, en el avance de las especialidades, en la orden de prácticas avanzadas y en el desarrollo competencial que es necesario para el sistema sanitario público.

Hay municipios que se ven obligados a compartir pediatra. ¿Es normal en estos tiempos?

—Es lo mismo que los médicos de familia, no hubo previsión, se jubilan los pediatras y estamos obligados a hacer un sudoku para garantizar la prestación. Yo he vivido en Jimena, ahí crie a mi hija, y teníamos pediatra dos días por semana, por lo que cuando se ponía mala el día que no había, la atendía el médico de familia, algo totalmente normal y natural, porque están capacitados para ello. No nos queda otra solución que compartir pediatra y suplir sus ausencias con los médicos de cabecera.

¿Se esperaba, cuando llegó a Nuevas Generaciones, llegar hasta donde ha llegado?

—No, siempre pensé en ser una enfermera de base enamorada de mi profesión. La verdad es que fue entrar en Nuevas Generaciones y, a la vez, ser alcaldesa. Mi proyecto de vida cambió de manera radical.

¿Le pica el gusanillo de la trinchera, de la primera línea?

—Sí, especialmente durante la pandemia. Eché de menos estar donde mis compañeros necesitaban ayuda, pero también vi importante mi trabajo de gestión.

¿Qué aprendió de la pandemia?

—Que tenemos muchas debilidades, que somos muy vulnerables y que un virus del que no tenemos consciencia nos ha cambiado la vida. Nos ha hecho ver que la sanidad tiene que ser muy fuerte.

¿Cómo ve el partido en Jaén?

—Fuerte, restablecido, con las heridas sanadas y curadas, con ilusión... Ese es mi concepto y lo que veo y respiro. La situación ha cambiado y el partido está preparado para afrontar las generales, las municipales y ganar la Diputación. Jaén está en marcha otra vez.

Dicen que los consejeros tienen la encomienda de trabajar por las ocho provincias. ¿Barrerá usted para casa?

—Sí, pero también somos conscientes de que hay provincias con problemas estructurales y específicos a las que hay que dedicar más esfuerzo. Hay que mimar y querer más a Jaén.