Aquel niño que jugaba en el plazuela de Peñamefécit es ahora el mejor entrenador de fútbol sala de España
La exitosa temporada del Jaén Paraíso Interior no pasa desapercibida y el colectivo de jugadores y entrenadores son los que eligen a las figuras de la Primera Federación de Fútbol Sala. Los capitanes y técnicos de la máxima categoría ya eligieron a Carlos Espíndola como mejor portero de Primera, misma secuencia que se produjo con Javier García Moreno, Chino. A su trofeo como máximo goleador, con 32 tantos marcados, se unió el galardón como mejor ala en una votación por delante de Cléber (Palma) y Lucao (Jimbee Cartagena). Ahora, Daniel Rodríguez, ha sido elegido mejor entrenador de la temporada 2022/2023 por sus compañeros entrenadores y los 16 capitanes de la competición. Le han elegido por delante de Jesús Velasco, campeón de Liga con el Barça, y de Antonio Vadillo, ganador de la Liga de Campeones con el Mallorca Palma Futsal. El jaenero ganó el trofeo en su duodécima campaña como preparador amarillo después de haberlo logrado también en la 2014/15, en la que su equipo quedó, igualmente, campeón de la Copa de España. El subcampeonato de Liga y el título le valieron este año a Dani Rodríguez para alzar el trofeo al mejor entrenador de Primera 2022/23. El Jaén Paraíso Interior completó la mejor campaña de su historia, alcanzó su primera final por el título de Liga y eliminó a equipos de prestigio como ElPozo Murcia Costa Cálida o el Mallorca Palma Futsal.
Rodríguez entrena al equipo desde 2011 y con su dirección han llegado los éxitos de un club que vive una comunión muy especial con su gente y que ha conseguido que se desate la afición al fútbol sala en Jaén. En 2013, en su segunda temporada, el preparador guió al equipo a la Primera División más de una década después y en 2015 logró un nuevo hito: conquistar la Copa de España en su primera participación al superar al Barça en una final memorable por el resultado de 6-4. En el Quijote Arena de Ciudad Real cambió la historia del Jaén Paraíso Interior. Durante los años siguientes, el club se asentó entre los mejores de la competición, llegando a tres finales consecutivas de la Copa del Rey, alcanzando las semifinales de Liga y conquistando otro trofeo copero en 2018. El equipo juega con el sello competitivo que le imprime su entrenador en cada partido con la defensa de aval a la hora de los resultados positivos y de un ataque letal con Chino, Mati Rosa y Brandi. No es otro que aquel niño que jugaba en la plazoleta de Peñamefécit, donde su madre tenía un kiosco de polos y helados. Aquel que jugó en el equipo que luego entrenaría —y va ya más de una década—, aquel que colgó las botas en el equipo de su vida y de su ciudad.