Martos analiza la realidad del Sáhara con la proyección de “Vientres de arena”

El cortometraje-documental refleja la problemática de la celiaquía en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf
Emilio Torres, Alba Villén, Álvaro Montes y Elena Molina durante la proyección de la obra cinematográfica sobre la celiaquía de los refugiados saharauis.
Adrián Claudio Bonache

Compromiso con los Derechos Humanos como reivindicación política y social. El municipio de Martos acogió la proyección del cortometraje-documental “Vientres de arena” con una importante asistencia de público. La jornada se desarrolló en el Teatro Municipal Maestro Álvarez Alonso, donde se plasmó la dura realidad que viven miles de saharauis, especialmente aquellas personas que padecen celiaquía. El acto fue presentado por la productora y miembro de la Asociación Sáhara de Jaén, Alba Villén; uno de sus directores, Álvaro Montes; el alcalde de Martos, Emilio Torres, y la concejala Elena Molina, quienes, tras finalizar el documental, ofrecieron una mesa redonda para abordar los principales puntos de la obra.

“Vientres de arena”, preseleccionado para los Premios Goya 2026 en la categoría de Mejor Cortometraje Documental, refleja la problemática de la celiaquía en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, donde más de 170.000 personas depende de la ayuda humanitaria para vivir. Un 5,6% de la población padece celiaquía, aunque, tal y como expresaron los médicos que aparecen en el documental, los casos que llegan a los hospitales son mucho mayores que los diagnosticados.

Además, resaltó la imposibilidad de tener una dieta saludable en los campamentos de refugiados, en pleno desierto, ya que no hay alimentos sin gluten más allá de lo que llega desde fuera. Así de destacó Alba Villén: “La cesta de la compra cada vez es más cara y la ayuda humanitaria bajó un 40%, por lo que aumenta la inseguridad alimentaria [...] Este Gobierno es el que más rechazó mostró al pueblo saharaui, pues aceptó las pretensiones de Marruecos de que el Sáhara pase a ser una autonomía marroquí”. Una idea que aceptó casi 50 años después de colonización y represión contra los saharauis. Igualmente, según los propios refugiados, este tipo de ayuda sirve para paliar, sin grandes éxitos, la ausencia de servicios vitales, pero no para vivir con garantías ni de forma digna.

También reflejó la falta de profesionales, pues solo dos médicos se encargan del departamento de Celiaquía, al tiempo que no existe la posibilidad de realizar las biopsias oportunas a todas las personas. Unas pruebas muy necesarias que, dijo Villén, cuestan entre 3.000 y 4.000 euros al año. Por su parte, Álvaro Montes explicó que la realización del cortometraje-documental fue una forma de visibilizar la situación de los celíacos, pero también todo el contexto que lo engloba. Además, agregó, España es uno de los principales responsables de la vulneración de derechos en el Sáhara. En este sentido, también dio algunas pinceladas sobre el proceso de grabación, donde les requisaron las cámaras en Argel —capital de Argelia— y tuvieron que empezar a grabar con material de la Escuela de Cine del Sáhara, con un tiempo de estancia limitado y con la necesidad de adaptarse a los ritmos de los protagonistas. Finalmente, los representantes del Ayuntamiento de Martos mostraron su interés en debatir posibles vías de ayuda con la Asociación Sáhara en Jaén. Del mismo modo, el público interesado pudo realizar preguntas para comprender la realidad del pueblo saharaui.