Cuatro décadas de arte con sello propio con Sebastián Gallego

El pintor begijense representa bodegones, naturaleza y figura humana
Sebastián Gallego, junto a una de sus obras.
Nuria Fernández Luque

LA ENTREVISTA

Pintor begijense con una trayectoria que supera las cuatro décadas, Sebastián nació en el municipio jiennense en el año 1964 y comenzó su actividad artística en 1978. Formado inicialmente en el Instituto de Formación Profesional de Baeza, aprobó las oposiciones y se trasladó a Madrid, donde se integró en el círculo de artistas de la Sala Triángulo, lo que lo ha llevado a participar en varias exposiciones colectivas. Más tarde, continuó su formación en la Escuela Oficial de Bellas Artes y Oficios de Jaén y se unió al colectivo de artistas jiennenses FuncionArt, con el que impulsa actividades culturales en el seno de la Hermandad de Funcionarios de Hacienda de Jaén, junto a Manuel Kayser. Una larga trayectoria pictórica en la que su obra se centra en bodegones, naturaleza y figura humana, además, destaca por un estilo personal en constante evolución.

—¿Cuándo comienza su relación con el mundo del arte?

—Mi trayectoria empezó cuando era pequeño. No tenía nociones de pintura todavía, porque era muy pequeño, pero recuerdo que, en el colegio, cuando un profesor pedía dibujar algo en la pizarra, decía: “Que salga Sebastián a pintarlo”. Más adelante, a partir de primaria, comenzaron a organizar concursos de pintura. Siempre los ganaba, hasta el punto de que me propusieron hacer una pequeña exposición de mi obra. Por entonces ya había empezado con el óleo, inspirado por un vecino que lo usaba. Me llamaba la atención la plasticidad, el cromatismo... y comencé a pintar de forma autodidacta. A partir de ese momento seguí mi formación.

—Sus trabajos representan la naturaleza y figura humana. ¿Qué le atrae de esos temas?

—Siempre me ha atraído la figura humana. Lo que pasa es que he intentado transformarla y darle un prisma diferente a lo que puede ser esa pintura hiperrealista. Desde hace unos ocho o diez años, me centro en la figura humana o cualquier motivo, como puede ser un bodegón, pero transformado, visto desde mi punto de vista, porque no he visto pintar a nadie de esta manera. Es como una especie de líneas cromáticas que van haciendo las sombras, los volúmenes, las perspectivas... He intentado hacer algo que fuese diferente.

—¿Qué busca transmitir en cada obra que realiza?

—Sobre todo, paz. Quiero que la obra transmita el mismo placer que siento al crearla. Intento que transmita esa paz interior, ese placer por la plasticidad del óleo o de la acuarela. Es decir, hacer un recorrido y que ese recorrido visual sea placentero, y una vez que se acaba la obra, que a cada persona le pueda transmitir una sensación distinta y personal. Además, considero que mi mayor premio ha sido el reconocimiento de la gente. Siempre he estado en contacto con la pintura, haciendo diversas exposiciones, vendiendo obras que hoy están repartidas por España e incluso por algunos países del extranjero.

—¿Cómo ha sido la evolución de su técnica pictórica?

—Comencé con pastel y carboncillo, porque el óleo, aunque también lo pintaba, me faltaba una persona que me explicara, porque, como todo, el aprendizaje es importante. Luego, finalmente empecé con óleo, y es lo que me ha gustado siempre. Ahora, últimamente solo pinto a espátula. Prácticamente todo lo que hago lo pinto a espátula, y para mí es muy placentero. Lo mismo que ha evolucionado de pintar bodegones, de pintar figuritas humanas, distintos paisajes...

—¿Alguna exposición que recuerde con especial cariño?

—La exposición que más me marcó fue la que hice en la Sala de Cultura de Miguel Castillejo, de la Caja de Córdoba, que fue del 2004, e hice un pleno, porque se vendió todo. Entonces, aquella fue muy interesante, y luego otra exposición que hice fue en Alcalá de Henares, que también gustó mucho y fue una experiencia con mucha gente, muy alternativa, estuvo muy bien. Además, he expuesto en Madrid, Granada, Jaén, Málaga y otros lugares.

—¿Qué retos o proyectos tiene ahora mismo en mente?

—Mi reto más importante es tener salud para seguir pintando como hasta ahora. Cada cierto tiempo voy exponiendo, pero ahora me gustaría preparar una exposición centrada en dos temáticas, pero con la misma técnica —figura humana y paisaje— pero utilizando mi técnica personal basada en unas líneas que se difuminan y generan volúmenes.