Volverán los “limpia corrales”

24 abr 2020 / 12:40 H.

Esta maldita crisis va a dejar al descubierto actitudes en desuso y conductas caducas. El cruel mapa económico hecho un cromo, relegado a valores de saldo, relaciones interpersonales por los suelos, control de la dieta en horas bajas, representa una oportunidad para que prácticas desterradas al más triste de lo olvidos, irrumpan cual ave Fénix. El estallido económico que se fraguó nada más estrenar este tercer milenio, motivó en nuestra sociedad un cambio de tendencia. Entonces los techos de los coches fueron despojados de las bacas, aquellas estructuras formadas por un entramado de tubos de metal que deslucía hasta el modelo más caro de Mercedes-Benz o BMW. Me refiero al comportamiento vacacional de este país. Las vacaciones de antes comprendían tres periodos, a saber: Navidad, Semana Santa y el verano. Eran los de la capital los que acostumbraban a desplazarse con media casa a cuestas, maletas deslucidas y cajas atadas con cordeles, se componían en el minúsculo maletero como un puzzle. En el pueblo se les recibía con los brazos abiertos, como agua de mayo, la ilusión y nerviosismo se instalaba en las familias ante el regreso de hermanos, primos y nietos.

Esta especie de migrante está bautizado por la parroquia, al menos por la comarca de La Loma, como “limpia corral”. Nunca un apelativo ha gozado de más sentido, de más coherencia, ni más sabiduría. Si la Divina Providencia bajo su soberanía, supervisión e intervención no lo remedia, este verano huérfanos de playas y chiringuitos, regresarán, como dice el poema del ínclito Gustavo Adolfo Bécquer: “Volverán las oscuras golondrinas”.

Entonces las comunicaciones eran limitadas o inexistentes, una conferencia costaba el ojo de una cara, se hacía uso de ella en ocasiones de extrema necesidad. Recuerdo recibir fotografías de la familia por correo postal de algún domingo en el río o bañándonos en algunas de las contadas piscinas públicas. Además eran ellos los que también poseían lo último en tecnología, aunque en el apartado fotográfico fuera una Werlisa Club Color, nada que ver con las de ahora con “chorrocientos” megapíxeles.

Estoy convencido que el “limpia corral” no volverá tal como lo fue antaño, no vendrá a disfrutar de quince días de “gorra” y con el maletero atestado de chorizos, ochíos y
garrafas de aceite de oliva virgen extra a la vuelta. Pero
celebro si esta crisis va servir para que retomemos las relaciones con amigos y familiares de distinta manera. Los expertos en conducta social afirman que los macro datos, o “big data”, como gusta llamar a los más leídos, irán en esa dirección. Entiendo que es una excelente noticia para Jaén. Ahora más que nunca nuestra provincia será un auténtico “Paraíso Interior” donde disfrutar de espacios naturales de primer orden, de ciudades únicas como Baeza y Úbeda, de nuestra cultura del aceite y primorosa gastronomía, de Jaén capital, y de tantos pueblos honrados y puros que esta provincia atesora.