¡Virgen Purísima: Cuánta aceituna!

Virgen Purísima: vaya día de aceituna que echaron miles de jiennenses. Aquí la Fiesta de la Inmaculada fue para trabajar a lo grande. No había pueblo de la provincia que no tuviera tractores, todoterrenos y remolques en la calle rumbo a las fábricas de aceite. Y en el campo, daba igual dónde se pisara. Cuando se entraba por un carril, enseguida se escuchaban los ruidos de las sopladoras y vibradoras en un olivar más poblado que nunca. ¡Virgen Purísima, que mano de trabajar que se dio ayer la gente de Jaén para recoger su aceituna!

Uno de los cientos de tajos estaba en Cazalilla. Allí Juan Jesús García cargaba —con un tractor— los lienzos repletos de aceituna que había dejado una cuadrilla con diez jornaleros. “Aún el terreno no está muy bueno. Hay barro, por lo que cunde menos. Ahora dependemos mucho de la maquinaria. Hemos tenido averías, por lo que la recolección ha marchado más despacio. Hoy el ritmo no lo marcan las personas, sino las máquinas”, explicaba. Miguel Ángel Berenguer llegó pasadas las cinco de la tarde con un gran camión, en el que se empezaron a cargar kilos y kilos de aceituna. “En cuanto que esté lleno, voy camino del molino. Y allí a hacer cola hasta la noche”, decía mientras que presumía de su cuidado camión. “Es de 1991. Lleva muchas campañas en el campo y está como nuevo”, indicaba.

Cuando caía la tarde, los pueblos, otra vez, se llenaban de gente. Los aceituneros venían cansados y con la ropa que demostraba la dura “batalla” de la aceituna. Ayer fue una jornada en la que familias enteras se sumaron a las cuadrillas profesionales para coger sus pequeños olivares. El retraso en la maduración ha hecho que Jaén recupere el día de la Purísima como el inicio oficial de la recolección. Ahora, ya no puede parar. Todos los días hay tajo.