Vinculación indirecta con la agresión en “Antonio Díaz”

El clan “víctima” de los disparos es uno de los implicados en el ataque de abril

22 ago 2016 / 10:30 H.

La presencia del considerable dispositivo de las Fuerzas de Seguridad hizo que los vecinos del entorno del cementerio de Mengíbar se retrotrajeran al pasado mes de abril. Entonces se vivieron días de tensión, con vigilancia de la Guardia Civil incluida, ante el temor a represalias tras las brutal agresión sufrida por dos personas en Jaén capital a manos de un grupo gitano rival, dentro del conflicto desatado en el barrio de Antonio Díaz. De hecho, las fuentes consultadas indican que la familia atacada ayer guarda relación con el otro asunto.

En aquella ocasión, cuatro personas, al menos dos de ellas desplazadas expresamente desde Mengíbar —miembros del llamado clan de los Romera—, encontraron a dos de sus contrincantes, los Fernandos, en la calle Núñez de Balboa de la capital. Después de que en un enfrentamiento inicial se arrojaran sillas y mesas, empezó una persecución entre vehículos. Finalmente los cuatro hombres que iban detrás alcanzaron a sus adversarios, un padre y su hijo y, supuestamente, les dieron una fuerte paliza. El progenitor permaneció hospitalizado varios días con fracturas en una pierna y la cara muy afectada por los golpes. Su hijo recibió, incluso, una puñalada en una pierna. Los atacantes estuvieron a punto de ser linchados después por allegados de sus oponentes, aunque el despliegue de la Policía Nacional lo evitó. Esa misma noche, “Antonio Díaz” se despobló de miembros del clan de los Romera. Los presuntos autores materiales del ataque fueron identificados y detenidos por la Policía Nacional, que los puso a disposición del juzgado encargado del caso. Posteriormente, los cuatro quedaron en libertad con cargos.

Sin embargo, la marcha de componentes del clan de los Romera —entre ellos el patriarca y su mujer— propició que sus detractores destrozaran su vivienda. Los incidentes continuaron a finales de abril. Los Bomberos tuvieron que sofocar el incendio intencionado que se declaró en la casa, que llevaba vacía una semana. El fuego se declaró en plena madrugada. Alguien rompió los cristales de la puerta de acceso y de una de las ventanas del inmueble y arrojó un objeto ardiendo. Las llamas solo afectaron a las cortinas y algunos enseres de la entrada. Los Bomberos se desplazaron hasta la zona, sofocaron el incendio y ventilaron el edificio en apenas un cuarto de hora.