“Valoro ahora lo que vale la vida, un plato de comida, un baño caliente, un euro en el bolsillo”

Cristian García del Fresno, voluntario del Hogar y Centro de Día Santa Clara de Cáritas en Jaén

09 may 2020 / 10:14 H.

Se hizo voluntario en el centro de Cáritas antes de que comenzara la pandemia y la experiencia le está cambiando. Más ahora. “Llega mucha gente necesitada, una 50 o 50 diarias, sin recursos, casi desesperada. Son inmigrantes, pero muchos también de Jaén, familias que no tiene ya lo necesario para comer, las que no les llega para pagar todo”, relata. “Preparamos y servimos el desayuno y la comida para el almuerzo, que es lo que podemos ofrecer ahora. Nos organizamos con Víctor, nuestro coordinador, y ellos esperan en orden y separados convenientemente para recoger lo que les damos”, añade. Su reflexión es determinante: “Siempre creí que iba a dar más que recibir, pero he descubierto que recibo de ellos, de los más vulnerables, más de lo que les doy. Vienen con humildad, nos dan ánimos, preguntan cómo estamos... Te ven por la calle y se vuelven a interesar por ti. Están llegando a nuestro corazón con su carió y agradecimiento”. El otro reverso de esta experiencia está en sus testimonios. “Por lo que cuentan, lo más negativo es la tardanza en recibir ayudas sociales en las administraciones, unos y otros. Los trámites tardan, les llega tarde la ayuda para comer y atender lo básico, pero mientras, sus familias tienen que subsistir”, lamenta. Se declara hombre de fe y proclama su cambio: “Han sido ellos los que me han hecho valorar todo lo que tengo, todo lo que tenemos. Quería con Cáritas y he descubierto este mundo. Tengo más empatía, humildad y amor; me ha movido la fe. Valoro ahora lo que vale la vida, un plato de comida, un baño caliente, un euro en el bolsillo”. Y no pierde de vista la realidad. “Cuando esto termine, durante un tiempo habrá un tiempo se mantendrá esta solidaridad social, pero se irá. Tengo la esperanza de que no sea así”, concluye.