Unos 6.000 jóvenes asisten a la cita en el recinto ferial
Una pelea grave y una celebración, principales incidentes de una edición con menor número de participantes
Es su momento, su día, su tarde. Juventud, divino tesoro, como decía el verso de Rubén Darío en su “Canción de otoño en primavera”. Sonrientes, desafiantes, vacilones, presumidos, alocados, introvertidos o descarados. Cada uno a su manera acude a la cita en una gran explanada donde tienen su espacio acotado. Allí pueden desfasar. Litros de alcohol en botellas que fueron llenadas antes con agua mineral. Carros de supermercado repletos de bebidas, altavoces y demás avíos, arrastrados en la lonja donde, horas antes, se organizó un mercadillo. Llamativos carteles con colores chillones y florecitas o mensajes machistas pavoneados con “graciosa inocencia pícara”. Grupos de amigos, de la facultad, del pueblo, de los amigos de otros amigos, de los conocidos del “Whatsapp”.
Es la antesala a las vacaciones de Semana Santa y el comienzo de la primavera, la estación de la luz, y los jóvenes quieren olvidar la rutina diaria, los exámenes, los problemas familiares, el trabajo y la obligación. Abajo, encuentran, buscan o regalan conversación, felicidad, chistes, risas o llantos para vivir su momento. Es su foro, su espacio y se lo montan como quieren y pueden, regado con las bebidas que quieren y pueden y fumado con lo que quieren, pueden y les permiten. Entre los estrechos pasillos formados en el interior de la muchedumbre transitan las “almas libres” o los “busca amigos” que dejan sus huellas marcadas sobre el albero embarrado por el derrame descuidado de las bebidas. En algunos sectores se distinguen algunas notas musicales, y el “1, 2, 3... 14” de Bono en “Vértigo”. Y alguna que otra florecilla sobre los cabellos en forma de corona, pero menos que en otras convocatorias.
Si bien la tarde discurre en un ambiente “happy”, a medida que pasan las horas, se aprecia cierta tensión. Y es que, según confirmó el concejal de la Policía Local, Juan Carlos Ruiz, se produjo una pelea “gorda”, aunque sin heridos “de consideración”. Asimismo, entre la multitud, los agentes locales y los del Cuerpo de Policía Nacional detuvieron a un hombre que estaba reclamado por un juzgado. En el informe policial de incidencias se registraron 24 sanitarias. Por edad, destacaron jóvenes entre 17 y 22 años, así como una mayor número de mujeres (13) que de hombres (11).
A pesar de la masiva congregación, el edil destacó la bajada del número de asistentes a la convocatoria. Un fenómeno ante el que mostró su satisfacción. “Creo que es una fiesta que tiende a desaparecer, porque, en mi opinión, es un sinsentido, ya que los jóvenes tienen que buscar otra forma de ocio”, argumentó. No obstante, remarcó que, mientras los jóvenes demanden la fiesta, el Ayuntamiento estará para prestarle este servicio y auxiliarles si es necesario”, abundó Ruiz.
Con la decana de las fiestas de las primaveras, la de Granada, como punto de mira, el concejal de Juventud, Manuel Heras, indica que, hoy, estarán atentos a lo que ocurra, ya que el Ayuntamiento ha prohibido su celebración. “Si mañana Granada tiene éxito en la prohibición, nosotros, como Ayuntamiento, lo hablaríamos en la Mesa Local de Juventud”, apuntó el edil, quien subrayó que nunca lo impondrían de manera unilateral.
En el caso de la fiesta jiennense, Manuel Heras estimó que, este año, acudieron unas 5.500 o 6.000 personas, unas 500 menos que el año pasado. Así, recordó que los primeros años llegó a los 11.000 asistentes. “Esta tendencia es positiva”, indicó Heras, para valorar el resultado de las campañas contra las bebidas alcohólicas durante todo el año, así como los puntos de información instalados “in situ” en el recinto ferial. También, desde Juventud, se coordinaron las campañas de concienciación con Aljama, voluntarios del IES Jabalcuz, y de Cruz Roja. Para Heras, la Mesa de la Juventud es el punto de partida que establece la fecha de la Fiesta de la Primavera. Preguntado por la opción de organizar conciertos durante la jornada vespertina, Heras aseguró que es algo que se realizó hace unas ediciones y que no tuvo éxito. “Es muy difícil quitar esta fiesta”.
Un amplio dispositivo de agentes de la Guardia Civil organizaron un control en la rotonda de entrada a Jaén por la Carretera de Madrid. Exactamente se situaron en la rotonda de Vaciacostales, donde los agentes pararon algunos coches para examinarlos en su interior con perros con el fin de hallar alguna sustancia estupefaciente.
Este dispositivo formó parte del organizado para la Fiesta de la Primavera, en el que también participaron otros cuerpos de seguridad, como la Policía Local y la Nacional, que controlaron los accesos al Recinto Ferial Alfonso Sancho.